Indigestión canina: causas, síntomas y prevención


La mala digestión canina puede ser un problema de salud temporal o permanente, depende de todos los factores que propicien la aparición de este cuadro clínico. Los perritos suelen pasar por malestares en distintos niveles durante esta enfermedad

La indigestión tanto en perros como en los seres humanos, es una afección conocida por ser pasajera. Ocurre cuando la comida dura más tiempo de lo normal en su intestino, aunque no siempre se convierta en una complicación severa, durante la etapa leve de este padecimiento se presenta dolor, malestar general y vómitos.

Al igual que las personas, los canes comen casi cualquier cosa, incluso pueden llegar a tener conductas similares a las de un bebé, porque siempre quieren meterse algo a la boca. Esto los hace vulnerables ante las patologías relacionadas con el estómago.

Por su metabolismo comelón, estas mascotas ingieren alimentos que no le sientan del todo bien. En muchas ocasiones sus dueños no se dan cuenta lo que comen, y se percatan de ello cuando se comienza a manifestar la enfermedad.

Causas de la indigestión

Uno de los motivos más frecuentes es que ingieren comida inadecuada

Para ayudar al perrito a que se alivie de este malestar, es esencial identificar las causas que lo llevaron a tener una mala digestión. Las razones pueden ser diversas y las más frecuentes son:

1.   Ingerir un alimento en mal estado.
2.   Una modificación en las comidas acostumbradas.
3.   Comer en exceso.
4.   Dieta inadecuada.

Por otro lado,  existen motivos implicados con la salud para la indigestión de los perros que están estrechamente relacionados con los trastornos digestivos, tales como:

§        Gastritis, la cual produce irritación e inflamación en el estómago.
§  Colitis, es una inflamación en el colón, o como se le conoce   comúnmente “Intestino grueso”.
§  Pancreatitis, es la inflamación en el páncreas. No se generan   suficientes enzimas digestivas.
§     Intolerancia alimentaria, este problema se traduce como la dificultad de asimilar algunos alimentos o absorber ciertos nutrientes.

De cualquier manera, es fundamental detectar la calidad nutricional que están consumiendo las mascotas, ya que cada uno de estos aspectos tiene su origen en la comida. De hecho, si no se le proporciona suministros balanceados, el can puede tener otras complicaciones que corresponden al sistema inmunológico. 

Señales de una mala digestión
Pueden estar apáticos todo el día

Cuando el can no procesa de forma correcta los alimentos, se pueden observar síntomas muy claros y evidentes. El primer signo de alarma es el estómago con una ligera hinchazón, esto conllevará directamente al dolor abdominal y posteriores episodios de ruidos estomacales que terminarán en flatulencias.

El vómito de alimentos no digeridos, o parcialmente masticados, es otra advertencia de este malestar estomacal. Es común que pierdan el apetito, a causa de una repugnancia constante a cualquier comida, inclusive a sus platillos preferidos.

Se verán cambios drásticos en su apariencia física, como un manto sin brillo, la piel se tornará seca, y habrá una pérdida de peso significativa. Así que, es lógico que el can pueda demostrar depresión, y hasta letargo, por el hecho de no adquirir los suministros suficientes para mantenerse activo.

Disminuirá el brillo de su pelaje

Si la enfermedad ataca a un cachorro, perros ancianos o perras lactantes, puede ser aún más peligrosa, pues el escenario de deshidratación está latente con mayor riesgo. 

Cualquiera que sea el caso, es necesaria una consulta médica, para que el veterinario controle el estado de salud de la mascota. Sin embargo, algunas recomendaciones que puedes seguir para prevenir la indigestión son:

§  No proporcionar huesos ni sobras de comida humana a los perros.
§  No dejar que el can se alimente demasiado rápido.
§ Evitar el ejercicio físico en el animal cuando apenas ha terminado de comer.


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