Estaba
ciega y con los huesos rotos debido al impacto de los perdigones. Fue hallada
junto con su bebé de un mes, en una plantación de aceite de palma en la isla de
Sumatra, la cría murió por desnutrición
“Hope” es el nombre de esta orangutana de 30 años, la
cual fue rescatada por el Centro de Información del Orangután y el Centro de
Conservación de Recursos Naturales –BKSDA por sus siglas en indonesio–.
En las radiografías se descubrió que Hope tenía fracturas
de huesos y una herida en el brazo derecho. Los múltiples perdigones
que recibió en el tórax, brazos, cuello y específicamente en la cara, hicieron
que quedara totalmente ciega.
Aunque se encuentra en delicado estado de salud,
logró sobrevivir y ya consume frutas y leche. El veterinario afirma que
Hope, necesitará un largo tratamiento de recuperación y cuidado.
Posiblemente sea necesario someterla a
rehabilitación mental, pues aún estaba dándole de mamar a la cría que
perdió. En las hembras de esta especie, el amamantamiento es una etapa sensible.
Su bebé murió mientras era trasladada al centro de
salud. Fue enterrada en el jardín del centro de cuarentena de Sibolangit –al
norte de Sumatra–. Esta información fue publicada por el Programa de
Conservación de Orangután de Sumatra (SOCP).
Según la ONG Programa de Conservación del Orangután de
Sumatra, alrededor de 1.000 orangutanes mueren cada año en Sumatra y
Borneo, debido a la construcción de carreteras y a la deforestación.
El aceite de palma es un aceite vegetal barato,
comercializado por muchas industrias y marcas conocidas. La mayoría de estas
empresas producen biocombustible, alimentos o productos para el hogar.
La alta demanda de este aceite ha ocasionado la
reducción del hábitat del orangután, específicamente en Indonesia y Malasia.
Además de poner en riesgo de vida a esta especie, otros animales como
elefantes pigmeos y rinocerontes también están en riesgo.
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