El sida y la
leucemia son enfermedades comunes en los gatos, ninguna de las dos tiene cura
pero se pueden tratar si se descubren a tiempo. En esta oportunidad, conoce
todo sobre el Virus de la Leucemia Felina o VLFe
Se transmite entre los gatos a través de la saliva,
contacto sexual, mordeduras o al nacer con él –contagiado por la madre durante
el embarazo–, no se contagia a otras especies de animales ni a las personas.
Este virus no sobrevive fuera del cuerpo del felino,
así que es necesario el contacto entre un gato infectado y otro sano para que
se transmita.
Existen evidencias que confirman que los felinos
salvajes –lince, león, leopardo, etc. – también lo padecen. Es una
enfermedad muy antigua, y pudo haberse adaptado a los gatos hace más de 10
millones de años.
Durante la fase inicial, algunos gatos pueden vencer
la infección y acabar con el virus, incluso sin manifestar síntomas. Puede
combatirse en un portador sano que nunca enfermará pero si contagiará a otros.
En cambio otros felinos no logran erradicarlo y quedan
infectados, se enferman y quizás acaban muriendo a los meses o años de haber
contraído el virus.
Si esta enfermedad es detectada durante las primeras
fases, el gato puede llegar a tener una buena calidad de vida, pues es en la
fase cinco cuando el VLFe ataca la medula ósea y se queda de por vida en el
organismo del animal.
Lo recomendable es siempre estar atento a cambios
bruscos que pueda tener el felino, bien sea, una variación brusca en sus
hábitos, presencia de agresividad o falta de apetito.
Síntomas
del VLFe
Puede proporcionar un gran número de enfermedades y alteraciones
crónicas, entre las cuales están:
pérdida del apetito, adelgazamiento, deterioro del pelaje, fierre,
fatiga y diarrea.
Es muy común la presencia de anemia en los gatos
contagiados. La lenta recuperación de enfermedades corrientes, infecciones en
la piel o en las vías respiratorias, convulsiones y ganglios linfáticos
inflamados también suelen presentarse.
Alrededor del 15% de los gatos con VLFe se les desarrolla cáncer
en la medula ósea o linfomas en uno o más órganos como:
- Ganglios linfáticos
- Riñones
- Intestino
- Hígado
- Ojos o nariz
Enfermedad sin cura
La presencia de este virus se
suele confirmar a través de pruebas de laboratorio, por lo general,
se realizan varios análisis para confirmar el diagnóstico, ya que los
síntomas coinciden con los de otras enfermedades.
Los veterinarios suelen realizar la prueba
ELISA para confirmar la presencia del virus.
No hay ningún tratamiento que pueda eliminar la
enfermedad. En
este caso solo se aplican tratamientos de soporte para que el minino pueda
mejorar su calidad de vida.
Seguramente se le tendrá que suministrar antibióticos
para eliminar las infecciones oportunistas, es conveniente evitar cualquier
fuente de estrés y no permitir el contacto con gatos que no estén vacunados.
Vacuna para el VLFe
Si el minino ya está infectado, la vacuna no tendrá ningún
efecto. Por ello, es importante verificar que no padezca la enfermedad
antes de vacunarlo.
La única forma para evitar que el gato adquiera la enfermedad es
aplicándole la vacuna, aunque esta no es confiable al 100%.
Lo más recomendable es visitar el veterinario para descartar la
presencia de leucemia felina, además el especialista será quien te
explique y recomiende la edad y mejor momento para vacunar.
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