Los animales del mundo marino pueden ser bastante coloridos y llamativos por sus múltiples características, en su mayoría suelen ser aparentemente inofensivos, pero esconden un arma letal para los seres humanos que estén en contacto con ellos
En las profundidades del
mar, se pueden observar infinitas especies que cautivan por sus colores
brillantes o por su curiosa apariencia. Sin embargo, muchos de ellos poseen un
veneno tan letal, que es capaz de causar
la muerte de cualquier persona en cuestión de minutos, tal es el caso de
algunos peces.
Hay otros animales con
aspecto más temible, de gran tamaño y dientes afilados, que se vuelven muy
conocidos por dominar las temibles aguas, y con solo verlos pueden causar
miedo.
Pero, sucede todo lo contrario en cuanto a los peces venenosos, ya que su presencia no genera terror. Además, no son muy mencionados entre las especies acuáticas más mortíferas del planeta.
Pero, sucede todo lo contrario en cuanto a los peces venenosos, ya que su presencia no genera terror. Además, no son muy mencionados entre las especies acuáticas más mortíferas del planeta.
En la inmensidad del mar, no
son precisamente los animales más grandes los que causan mayor preocupación,
existen peces que tienen un veneno mortal, pero que por su sola apariencia no
representan una amenaza para muchas personas.
Pez
piedra
También conocido como ‘pez roca’, es denominado en el mundo
científico como ‘Synanceia horrida’.
Es el pez más venenoso del mundo,
lleva consigo sacos venenosos en cada una de sus 13 espinas. Es un animal cuya
pasión radica en camuflarse, es decir, enterrarse entre la arena para atacar a
su presa, por lo que distinguirlo, termina siendo casi imposible.
Su mordedura puede provocar
la pérdida de la conciencia y causar un paro cardíaco
Su arma letal se libera
cuando se ejerce presión sobre sus espinas. Usualmente no atacan a los humanos,
pero si llegan a pisarlos, podrán ser un blanco fácil para su sustancia tóxica, la cual causa la
muerte si no es tratada a tiempo.
Tienen una agilidad veloz
para su supervivencia, el ataque puede durar apenas 0.015 segundos. Un dato
interesante, es que pueden sobrevivir
hasta 24 horas fuera del agua.
Pez
Globo
Es llamado popularmente como
‘pez fugu’ en Japón, donde se
considera un manjar. Su nombre científico ‘Arothron
hispidus’. Desarrolló la capacidad para inflarse como un globo por su
elástico estómago, con el fin de defenderse de los depredadores, pues su estilo
para nadar es bastante lento, por lo que es una presa fácil.
Viven en aguas tropicales y
subtropicales, pero algunas especies pueden encontrarse en aguas dulces
Este tipo de pez contiene ‘tetrodo toxina’, una sustancia
desagradable para sus atacantes, pero extremadamente mortal para los humanos, es 1.200 veces más poderosa que el cianuro.
También es lo suficientemente intensa para acabar con la vida de 30 personas a
la vez. Lamentablemente, no existe
ningún antídoto.
Pez
León
Es un animal muy aterrador
para los submarinistas, quienes lo reconocen por su apodo ‘pez escorpión’, es integrante de diversas especies de peces del
Pacífico occidental. Su nombre específico es ‘Pterois Volitans’.
Es
peligroso incluso después de su muerte, el veneno tarda media hora
en desaparecer
Se distingue por tener en su
cuerpo alargado, unas espinas venenosas
ubicadas en sus aletas. Aunque no son del todo letales, las heridas que
provocan, generan un dolor insoportable.
Sus ataques pueden causar
inflamación, hemorragia, cefalea, dolores musculares, vómitos, parálisis de las extremidades, problemas
cardiovasculares acompañados con problemas de respiración.
Pez
Cirujano
Su nombre es designado como ‘cirujano’, porque en la cola posee espinas
muy agudas, afiladas -tal como un
bisturí-, y altamente venenosas.
Tiene una conducta agresiva, lo refleja en sus constantes ataques hacia los
pescadores.
Habitan entre los arrecifes
de corales en las aguas tropicales
Posee colores bastante
llamativos, pueden ser amarillos o
azules dependiendo de la especie, y su cabeza tiene tonos brillantes. Aunque
su picadura es dolorosa, no termina siendo mortal. Así que, sus agresiones no ameritan un antídoto, o al menos, no
de forma inmediata.
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