El pulmón del mundo se consume entre llamas


El increíble aumento de los incendios forestales que están consumiendo el Amazonas, deja pasmados tanto a sus habitantes como al resto del mundo que observan absortos como se consume en llamas la vegetación del lugar con una velocidad desproporcionada

La región amazónica, ubicada un 60% en Brasil, lleva 16 días consecutivos en medio de incendios desde la primera quema, con lo que se registra un número récord de fuegos.

A pesar de las acciones de los activistas que buscan detener la destrucción ecológica del Amazonas, las llamas arrasan todo a su paso, y lejos de extinguirse, parece que seguirán presentes, puesto que ninguna política gubernamental trata de evitarlo.

Hasta el momento, un total de 68 reservas protegidas han sido perjudicadas por los más de 10.000 nuevos focos de fuego. De acuerdo con el Instituto Nacional de Pesquisas Espaciales (INPE), más de la mitad de los incendios en Brasil (52,6%) se han registrado en la selva amazónica.

En busca de culpables


El presidente, Jair Bolsonaro, es culpado por los conservacionistas ante la difícil situación de la Amazonía. Aseguran que sus medidas han alentado a la quema despiadada de la vegetación en una zona que se considera vital para contrarrestar el calentamiento global.

Del mismo modo, los científicos reafirman que las pérdidas que ha sufrido el bosque tropical más grande del mundo, aceleró su ritmo desde que Bolsonaro asumió el poder en enero.

La deforestación de manera ilegal, ha encontrado un amparo en el giro radical de las políticas ambientales del presidente brasileño, quien ha introducido medidas flexibles que benefician las explotaciones mineras, la industria maderera y el sector agrícola, priorizando los intereses económicos sobre los ecológicos.

Es por ello, que países como Alemania y Noruega, han decidido retirar su colaboración internacional destinada a la protección ambiental del Amazonas en Brasil, ya que no consideran viable el proyecto de preservación Amazónica mientras persistan estas actividades devastadoras.

Ante estas acusaciones, Bolsonaro expone que, la causa de los incendios se debe a la estación seca del año que atraviesa el país. “Solían llamarme capitán motosierra. Ahora soy Nerón, incendiando el Amazonas. Pero es la temporada de la queimada”, expresó. 

Además, señala a los financiamientos de Organizaciones No Gubernamentales (ONG) que, según él, incentivan a incendiar la selva para calumniar a su Ejecutivo.

Tesoro mundial


La Amazonía recoge 1.000 millones de toneladas de dióxido de carbono, y genera 20% del oxígeno en la atmósfera terrestre, por lo que se le denomina el pulmón del mundo. 

La región de este bosque tropical tiene un bioma incomparable y el planeta depende de estos extensos terrenos para combatir los cambios climáticos.

La selva del Amazonas acoge aproximadamente tres millones de especies de plantas y animales, y a esto se le añade un millón de indígenas. Es el territorio más rico en especies sobre la Tierra, que incluye 2,5 millones de diversos insectos.

La pérdida de solo una fracción de terreno repercutiría directamente en la reducción de lluvias a nivel mundial, que traería consigo el efecto colateral de sequías en muchos países. A su vez, aumentaría la contaminación ambiental desencadenando un colapso ecológico.

Un terrible ejemplo de la destrucción ambiental y de que las cifras letales no merman, es el Parque Nacional de la Chapada dos Guimaraes, ubicado en Mato Grosso, el cual perdió 12% de su vegetación.

Los incendios forestales que sufre actualmente la selva amazónica no tienen precedentes, por lo que no bastan las acciones de los grupos activistas para neutralizar los daños o frenar las actividades que han dejado en ruinas a un tesoro mundial. Es indispensable que se sumen las políticas en pro del ambiente para combatir los deterioros ocasionados. 

Síguenos en Facebook y coméntanos tu opinión sobre la destrucción del Amazonas.

Tags

Top Post Ad

Below Post Ad

Videos