Destaca por su elegancia y pelaje moteado, es musculoso, fuerte y posesivo
con sus dueños y juguetes. Surge de ejemplares provenientes de Egipto, los
cuales fueron llevados a Italia y después a Norteamérica
Tiene un temperamento equilibrado y pacífico. Cuando entra en
confianza es cariñoso y muy juguetón,
por lo que disfruta de los paseos con correa y el aprender trucos nuevos.
Como la mayoría de los gatos, es independiente e inteligente.
Le gusta treparse en lugares altos y vigilar todo el territorio. Su instinto cazador es alto, así que si
convivirá con otras mascotas como pájaros o hámsteres, es necesario tener cuidado para que no los ataque.
Con los extraños es un poco reservado o incluso los ignora
por completo. Suele ser territorial y
celoso, por ello su socialización desde cachorro es necesaria, en especial
si compartirá con otros animales o con niños pequeños.
Características físicas
Los machos son más grandes que las hembras |
Su cuerpo es parecido al del gato abisino, de tamaño mediano,
musculoso pero alargado. Una de sus características genéticas resaltantes es
que sus patas traseras son más largas
que las delanteras.
Los pies son pequeños y ovalados, la cola es mediana, gruesa
en la base y disminuye su grosor a medida que se acerca a la punta. El manto
debe ser brillante, sedoso, fino y destaca
por poseer un moteado oscuro sobre un fondo claro que puede ser plateado,
crema o bronce.
Las manchas
oscuras son redondas, esparcidas por todo el cuerpo y en las extremidades,
presenta franjas del mismo tono. La cabeza es de forma triangular –suavemente redondeada–,
con orejas grandes, erguidas y afiladas en la punta.
Los ojos
son de color ámbar o verde –aunque cuando es cachorro los tiene azules–, con
forma de almendra y curveados ligeramente hacia arriba –en dirección a las
orejas–. Otro rasgo particular de la raza, es
la marca en forma de “M” que tiene en la frente, la cual está bien
definida.
Originario del
Cairo
Se importaron a Reino Unido por primera vez en 1998 |
Según los expertos en la raza, tiene un sorprendente parecido
con los gatos creados por los egipcios en sus esculturas y en sus pinturas. Desciende de 2 ejemplares que fueron
llevados desde el Cairo hasta Italia –específicamente a Roma–.
Posteriormente la pareja de gatos fue trasladada hasta Estados
Unidos, donde los criadores se
interesaron por su belleza y comenzaron a criar al mau egipcio que se
conoce actualmente.
Fue una raza reconocida en EE.UU a partir de 1958 y en Europa
en 1992. Es un animal popular en los hogares norteamericanos.
Significado
de “Mau”
Si un egipcio mataba o hería a un gato intencionalmente era condenado a muerte. |
Los egipcios sentían gran veneración por los felinos, los
adoraban y asociaban con sus dioses. Existe la teoría de que los antepasados
del mau egipcio eran gatos salvajes que existían
desde la época de la civilización egipcia, los cuales fueron domesticados
por su contacto con los humanos.
Asimismo, otra teoría afirma que las manchas características de su cabeza representan a los escarabajos
que adoraban los egipcios –ya que en algunas representaciones aparecen
felinos con un escarabajo sobre la frente–.
Salud y
cuidados
Su esperanza de vida se ubica entre los 15 y 18 años |
No se le conocen problemas o enfermedades propias de la raza,
aunque son sensibles al frio extremo y a
los cambios bruscos de temperatura. Puede subir de peso fácilmente y
padecer obesidad si no se le regula el alimento ni hace ejercicio.
En cuanto a los cuidados, basta con ponerle atención a su manto, cepillarlo 2 o 3 veces por
semana y darle una dieta de calidad que no perjudique el brillo que posee.
Su instinto cazador y juguetón lo hace un excelente trepador
y saltador, por ello es recomendable que
cuente con estantes o arboles especiales para gatos, de lo contrario será común
verlo encima de la nevera, bibliotecas o cualquier mueble alto.
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