Comúnmente son ocasionadas por accidentes domésticos, como el derrame de
agua o aceite hirviendo encima del animal. Suelen ser lesiones muy dolorosas
que si no se tratan adecuadamente pueden desencadenar infecciones o problemas
de salud, ¿quieres saber cómo curarlas? ¡Sigue leyendo!
Las quemaduras son
lesiones que se producen en la piel como consecuencia del contacto con altas
temperaturas. El tiempo que pase el animal cerca del calor, es determinante
para que las heridas sean superficiales o profundas.
Las capas
de la piel se desprenden debido a la deshidratación que padecen durante el
accidente, los cachorros suelen ser más propensos a padecer estas
lesiones ya que son más activos y curiosos.
Son heridas que causan mucho dolor o incomodidad para el
animal, cuando son superficiales pueden
ser tratadas en casa –siempre y cuando el dueño pueda conservar la calma y
actuar eficazmente–. Aquellas que sean más graves y profundas, requieren atención
médica de inmediato.
Grados de
las quemaduras
Mientras más rápido sea atendido el animal, mayor es la posibilidad de recuperación |
Las lesiones por quemaduras se diferencian según la cantidad de cuerpo o zonas quemadas
y la profundidad que tengan. En el caso de las más graves, existe la posibilidad
de infecciones o shock –el cual produce alteraciones en el funcionamiento del
metabolismo, perdida de agua y deficiencias cardiovasculares, pulmonares, etc.
–
Los grados con los cuales se diferencian las quemaduras son:
Primer
grado: son las más leves y superficiales, se curan luego de una o 2
semanas. Producen hinchazón, ardor y falta de pelo en la zona afectada. Son las únicas lesiones que pueden tratarse
en casa sin riesgos mayores.
Segundo grado:
son más profundas y dolorosas que las primeras y suelen necesitar más
tiempo para curarse. A partir de este
grado es recomendable buscar ayuda de un veterinario, pueden tardar más de 3
semanas en curarse.
Tercer grado:
en este caso la piel se quema por completo, se ve deshidratada y será más difícil de curar según cual sea la
zona y el tamaño de la lesión. El tratamiento y la cicatrización llevan más
tiempo.
Cuarto grado:
es el más profundo, en el cual la herida
llega hasta el musculo, órganos internos o incluso los huesos. En casos extremos
podría causar la muerte, su tratamiento y cicatrización es lento y con
posibilidades de dejar deformaciones.
Los grados
más comunes en los accidentes suelen ser el primero o el segundo. Para aquellos
animales que tienen más del 40% de quemaduras de tercer y/o cuarto grado, las
esperanzas de superarlas son bajas, debido al dolor y daños causados.
Principales
causas
Estar muy cerca de parrillas, chimeneas o fogatas también le pueden ocasionar quemaduras |
Existen varias formas de que una mascota se queme, lo común es
que esto ocurra por un accidente o descuido en el hogar. Entre las más comunes están:
Aceite, agua
o cualquier líquido hirviente: si al animal le gusta acompañar o
acercarse a su dueño mientras cocina, corre el riesgo de quemarse debido a un
derrame, tropiezo o cualquier accidente que pueda ocurrir.
Exposición excesiva
a los rayos solares: aquellas mascotas que disfrutan jugar o dormir por
muchas horas debajo del sol, pueden sufrir quemaduras, en especial aquellos que
tienen poco o nada de pelo. Además, los animales con cicatrices recientes, también
tienen una gran facilidad para quemarse con el sol.
Por electrocución: suele
producirse en la boca debido a que el peludo muerde o juega con cables eléctricos.
Lo
más preocupante es que puedan perder el hocico o tener dificultades respiratorias
o auditivas.
Contacto con
productos químicos: si la mascota tiene accidentes con ciertas sustancias químicas
como kerosene, gasolina o alquitrán se puede quemar y la gravedad dependerá de
cuanta cantidad le caiga encima.
Cuidados de las quemaduras
Las almohadillas pueden quemarse si el animal camina sobre asfalto o tierra muy caliente |
Sin embargo, si la situación se presenta, algunos pasos que puedes seguir son:
Bajar la
temperatura de la zona afectada: aplica agua fría sobre la piel
quemada –se puede utilizar una gasa húmeda pero sin frotar la herida–. Al mojar la lesión, se quitarán los restos
de sustancias que la ocasionaron y se removerá la piel muerta.
Contactar al
veterinario: antes de seguir cualquier otro paso, lo mejor es llamar a un médico de confianza que confirme si puedes
aplicar algún ungüento o antibiótico.
Desinfectar la quemadura: si el médico
lo permite, luego de que la zona este limpia, aplica una crema antibiótica o cicatrizante para que la quemadura
empiece a curarse y no se infecte. En caso de no tener el producto, puedes utilizar el gel de la sábila y
colocarlo suavemente.
Vendar la
herida: con una gasa limpia asegúrate de cubrir completamente la zona
afectada, sin presionar demasiado. De
este modo se pueden evitar posibles contaminaciones.
En casos de quemaduras de tercer y cuarto grado, lo recomendable es solo aplicar el baño y
de inmediato llamar a un especialista para que se dirija a atender al
peludo.
Para información más detallada, visita a un experto pues este
artículo es meramente informativo.
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