Comúnmente la padecen los hámsteres enanos, en
especial los rusos y chinos. En los roedores dorados y en jerbos suele aparecer
por causa de envejecimiento
Existen dos
tipos de diabetes: la tipo I, causada por una deficiencia para
producir insulina en el páncreas –la insulina es la hormona que controla la
cantidad de glucosa en la sangre y en los tejidos–.
Y
la tipo II, que se caracteriza porque el cuerpo no responde a la
insulina secretada por el páncreas, esta es la más común en los
hámsteres, por lo general aparece a los 7 o 9 meses de edad.
Puede
desarrollarse como consecuencia de una mala alimentación, estrés, falta de
higiene en la jaula, vejez o herencia.
Síntomas
Los síntomas más comunes en los roedores son el
consumo abusivo de agua, agitación, temblores y orina en exceso –en algunos
casos puede tener un sabor dulce, lo cual atrae hormigas y moscas–.
Además, también pueden presentar pérdida o ganancia de
peso de forma radical, temperatura corporal baja, caída del pelo, mal
olor o cataratas.
Si notas que tu pequeña mascota tiene alguno
de estos síntomas debes alertarte y acudir a un veterinario, para que sea
él quien te confirme la existencia de esta enfermedad.
Cuidados y alimentación
Aunque la diabetes no tiene cura, tu pequeño peludito
puede tener una vida prolongada si cuenta con la atención y cuidados necesarios.
Lo primero que debes cambiar o modificar será su
alimentación. Su comida no podrá contener ningún tipo de azúcar añadida –melaza,
caña de azúcar, sirope de maíz, fructuosa, etc. –
Deberás eliminar todos los elementos altos en glucosa
como frutas, galletas y pan. Incluso, evita a toda costa las “golosinas para
hámster”. En su lugar, agrega a su mezcla de semillas complementos como
avena, lentejas o cebada.
También, es recomendable darle vegetales frescos como
el brócoli, coliflor o espinacas. Debes estar siempre alerta de que tu
roedor tenga suficiente agua, limpia y fresca.
En el caso de las proteínas, puedes darle huevo cocido
o revuelto, pollo hervido, jamón, salchichas o croquetas para perro.
Es importante que tengas presente que todos
los alimentos que suministres a tu mascota deben ser en pequeñas cantidades, para
así evitar diarreas o que escondan la comida en la jaula y luego se descomponga.
Si pierde mucho líquido, puedes añadir en su dieta
elementos vitamínicos o sueros hidratantes, los cuales podrás conseguir en una
tienda para mascotas, sin olvidar consultarle antes al veterinario.
No auto-mediques
Ante cualquier duda o complicación que padezca tu
pequeño peludito debes visitar o llamar al especialista, recuerda
que este contenido es netamente informativo y solo un veterinario podrá
ayudarte de forma precisa.
Ni se te ocurra suministrarle insulina a tu roedor,
pues una cantidad errónea puede llegar a causarle la muerte. Por lo general,
los especialistas solo recomiendan para los hámsteres diabéticos una buena alimentación,
hidratación y complementos.
El pequeño tamaño de estos peluditos hace complicado y
riesgoso recetar la aplicación insulina como se hace con los humanos.
Recuerda que el tratamiento y la dieta no harán que el
hámster se recupere,
ya que la diabetes es una enfermedad que los va deteriorando poco a poco.
El otorgarle toda tu atención y cuidados ayudará a que
pueda estar contigo el mayor tiempo posible, con una vida relativamente normal,
feliz y sin complicaciones.
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