Granos en perros: Causas, tipos y cómo tratarlos


Al igual que en los humanos, para los perros los granos resultan muy molestos y pueden salir en cualquier parte del cuerpo.

Su presencia –en la mayoría de las ocasiones– es el resultado de una enfermedad cutánea, por ello es tan importante informarse y actuar a tiempo para que el peludo no sufra incomodidad.

En este post te explicaremos todo lo que debes saber sobre los granos en perros ¡No te lo pierdas!

Causas y síntomas de los granos


Los granos son una de las formas que tiene la piel para “decir” que algo sucede. Estos pueden tener diferente aspecto, desde pequeños, grandes, rojos, con pus o con sangre.

Aunque también debes saber que hay veces en que no son verdaderos granos, sino que puedes estar ante la presencia de abscesos o incluso tumores.

Entre las causas que ocasionan la aparición  de los granos tenemos las alergias, el acné, las picaduras de insectos o parásitos externos, las infecciones, el contacto con plantas que producen inflamación y picor, etc.

Normalmente los granos no van acompaños de síntomas graves, pero el perro si mostrará enrojecimiento en la zona, picazón constante –lo cual lo llevará a rascarse, frotarse o mordisquearse–, inflamación y en algunos casos heridas, infecciones y/o alopecia.

Tipos de granos


Granos por infección

En el caso de la pioderma los granos se esparcen por todo el cuerpo o en una zona específica –por ejemplo entre las patas–. Como característica principal, este tipo de grano causa un intenso picor, olor fuerte y descamación.

También es común que aparezcan granos en el peludo debido a una dermatitis localizada, la cual hará que la mascota comience a lamerse muy seguido y empeore la situación, pues puede producir la colonización de hongos. Estos granos suelen tener pus.

 Granos por alergias

Cuando los granos se presentan por alergias lo común es que estén ubicados en una zona concreta, por ejemplo si el peludo le da alergia el collar los granos estarán en el cuello.

Aunque si se trata de alergias generales –debido a un alimento o al ambiente– los granos los podremos ver en todo el cuerpo y serán de tamaño variable.

Para aliviar este tipo de granos el especialista te indicará que compres algún producto inmunosupresor, vía oral o tópica en forma de espray o champús –según la intensidad de la alergia–.

Granos por acné

En este caso los granos se ubican en la barbilla o labios inferiores, afecta principalmente a perros cachorros o jóvenes y con menor frecuencia también pueden aparecer en la zona genital, el periné o las ingles.

Al parecer el acné canino se produce por una obstrucción de los folículos pilosos y desaparece cuando el peludo alcanza su madurez sexual. Existen razas como el Bóxer y el Bulldog que son propensas a este tipo de granos.

Granos por picaduras externas

Si el canino es picado por parásitos externos, como por ejemplo las garrapatas, los granos pueden estar en diferentes partes, con preferencia en aquellas donde hay poco pelo, como detrás de las orejas o entre los dedos.

Cuando es por pulgas lo común es que los granos se ubiquen en la barriga pero rara vez estarán completamente juntas. Además insectos como abejas, avispas o arañas, también pueden provocar la formación de un grano.

Cómo tratar los granos

Para dar con el tratamiento correcto lógicamente primero hay que saber cuál es la causa y si en verdad se trata de un grano, por ello hay que acudir al veterinario.

El tratamiento puede incluir antibióticos, antiinflamatorios y/o pomadas. Por lo general, se aplica de forma tópica, es decir, directamente sobre los granos. Cuando es por alergia alimentaria el veterinario prescribirá una dieta hipoalergénica.

También es recomendable lavar la zona con agua y champú o un desinfectante específico –recetado por el especialista–. Igualmente es importante una alimentación de calidad, rica en omega 3 y 6 junto con la hidratación diaria.

Mantén al perro desparasitado y trata de vigilar su entorno para evitar el contacto con sustancias irritantes o con insectos peligrosos.

Los granos aunque parecen una dolencia inofensiva en realidad pueden ser muy dolorosos para el animal, así que no los ignores y trátalos a tiempo con tu veterinario de confianza.

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