Las patas
hinchadas en los peludos pueden indicar una simple lesión o hasta una
enfermedad crónica. Las malas posturas, el exceso de ejercicio o la obesidad
pueden aumentar el riesgo de la inflamación.
Con este
post queremos informarte lo mejor
posible para que manejes de forma correcta el problema ¡No te lo pierdas!
Causas de las patas hinchadas en
perros
Existen varias
patologías que pueden originar la hinchazón, algunas están relacionadas con los
órganos, los aparatos o sistemas del
cuerpo del peludo. A continuación te mostramos las principales:
La artritis
Es una
inflamación que afecta a las articulaciones, concretamente al cartílago
articular y a la membrana sinovial. Es más habitual en los perros ancianos,
aunque también en los jóvenes que tienen predisposición genética puede
presentarse.
Además de
hinchazón, el peludo presenta cojera,
rojez, calor y dolor ante la palpación.
Abscesos
Los abscesos
también son frecuentes en las patas y causan
hinchazón por la acumulación de líquido (pus) debajo de la piel, aparte
habrá síntomas como fiebre y dolor.
Estos
abscesos pueden aparecer al clavarse algún objeto punzante (espigas) o por un
mordisco. Cuando el absceso se abre sale el pus retenido.
Fracturas/ fisura
Los traumatismos
por caídas, golpes, atropellos o peleas entre perros también pueden dar lugar a una hinchazón en una o
ambas patas.
También
sentirá mucho dolor y presentará cojera, cuando las fracturas son muy antiguas
se formará un callo óseo que se verá como un abultamiento que ya no produce
dolor.
Reacciones alérgicas
Si al animal
le pica algún insecto (como abejas, avispas o arañas) o le cae mal un
medicamento, puede que presente hinchazón en sus patas, cara o resto del
cuerpo.
En este caso
la hinchazón va acompañada con
enrojecimiento de la piel, ardor y/o picor.
Edema
El edema
consiste en la retención de líquidos y cuando se produce en las patas se conoce
como edema periférico. Es una causa
preocupante ya que puede aparecer como consecuencia de enfermedades graves.
Como por
ejemplo problemas del corazón, insuficiencia hepática, desnutrición, síndrome
nefrótico, enfermedades digestivas o alteración de las paredes de los vasos
sanguíneos.
Tumores óseos
Se pueden
clasificar dos grandes grupos de tumores óseos en perros:
Los tumores primarios: que tienen su origen en el propio
hueso. Los más frecuentes son los
osteosarcomas –los cuales no tienen un pronóstico nada favorable–.
Los tumores secundarios: que se producen por metástasis a
partir de tumores malignos presentes en otras partes del organismo.
Sea cual sea
el tipo de tumor que el perro tenga, se podrá observar en la pata la hinchazón alrededor
del hueso afectado, acompañado de un grado de cojera.
Tratamiento para las patas hinchadas
en perros
El
veterinario hará varias pruebas para determinar la causa de la hinchazón, entre
ellas se incluyen los análisis de
sangre, de orina y las radiografías en ambas patas o en la que esté
afectada.
En caso de
que las radiografías no sean concluyentes, el especialista puede optar por
pedir una resonancia magnética y si
hay sospecha de osteosarcoma, se realizará una biopsia de hueso.
Cuando se
trata de una afección leve será suficiente con antiinflamatorios, reposo y, posiblemente, fisioterapia. Si es una bolsa
de líquido, puede que sea necesario extirparla quirúrgicamente.
Qué hacer para prevenir las patas
hinchadas en perros
Lastimosamente
los tumores, las alergias o algunas enfermedades no se pueden prevenir. Pero de
igual modo siempre es positivo cumplir con una serie de medidas para que el
animal se mantenga lo más sano posible:
1.
Ofrece una dieta equilibrada: recuerda que la desnutrición puede causar edema y por ende,
hinchazón de las extremidades.
2. Cumple con las desparasitaciones y
vacunas: así evitas causas
infecciosas y parasitarias que pueden asociarse a la aparición de patas
hinchadas.
3. Visita al veterinario: con las revisiones de rutina se
puede detectar a tiempo varios problemas, incluso antes que las patas se
hinchen.
Ante una
hinchazón de las extremidades lo
importante es no perder la calma y actuar rápido, bien sea dirigiéndose al
veterinario o llamándolo apenas te des cuenta.
Aunque
algunas causas son leves y pueden resolverse fácilmente otras podrían
comprometer la vida del animal.
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