Izq: Gato Persa / Dcha: Gato Angora Turco |
Aunque en realidad son 2 razas muy distintas, hay muchas las personas que suelen confundirlos a primera vista. Para evitar que esto te suceda, hoy queremos explicarte que debes tener en cuenta para diferenciarlos fácilmente
El gato persa y el angora turco son animales
reconocidos y admirados a nivel mundial por su belleza, elegancia y destacable pelaje
largo. Asimismo, comparten un origen
cercano –actuales Irán y Turquía respectivamente –.
Sin embargo,
cada uno posee características físicas y de comportamiento distintas, a pesar
de que a primera vista no sean tan visibles para algunos amantes de los
felinos. A continuación te las contamos:
Nariz, la diferencia
más notable
Gato Persa |
La forma
achatada de la cara del persa hace que tenga un pliegue entre la nariz y los
ojos, lo cual produce un lagrimeo
constante conocido como epífora. Por ello, es común que en esta zona haya
manchas de tonalidad marrón.
Cabeza y orejas
Gato Angora Turco/ Cortesía Dogalize |
La cabeza y
las orejas del angora turco tienen una forma almendrada, es decir posee un físico más alargado y atlético,
a diferencia del persa que es totalmente redondeado.
El pelaje
Gato Persa |
En ambas
razas su pelaje es admirable, pero el persa resalta por tener un manto más peludo, el cual le da un aspecto esponjoso.
Mientras que el angora turco lo tiene más corto y pegado al cuerpo, por lo que
el mantenimiento de este último es mucho más sencillo y además pierde menos pelo durante la época de muda.
Tamaño
Gato Angora Turco/ Cortesía Gato plus |
El angora
presenta un cuerpo estilizado pero sin dejar de lado los músculos, puede medir entre 20 y 25 centímetros y pesar de 4 a 5
kilos. Por su parte, el persa es más grande y robusto, mide entre 40 y 50
centímetros y es capaz de pesar hasta 7 kilos –algo más común en machos que en
hembras–.
Comportamiento
Izq: Gato Angora Turco/ Gato Persa |
Al hablar
del comportamiento, también encontramos diferencias marcadas entre ambos
felinos, ya que el persa suele ser más independiente y menos sociable
que el angora.
Este último
no presenta problemas al convivir con otros animales, se lleva estupendo con
los niños e incluso es común que salga a recibir a su dueño después de haber
estado solo en casa. No obstante, a veces puede ser un poco arisco.
El persa en cambio prefiere ser el rey de la
casa, no le agrada mucho la idea de compartir su territorio, es más tranquilo y
selectivo con los niños. Disfruta las caricias pero solo cuando él le provoca.
Cabe
destacar que al hablar del comportamiento puede
haber excepciones en ambas razas, ya que cada animal –sin importar la raza–
desarrolla un temperamento único.
Por último,
en cuanto a la salud, el persa tiene tendencia a sufrir enfermedades
respiratorias debido a su nariz achatada, algo que en el angora turco no
sucede, pues goza de una mejor salud, aunque es propenso a la sordera
congénita.
Ahora que conoces sus diferencias ¿con cuál te quedarías? Cuéntanos en Facebook