Los niños autistas pueden llevarse muy bien con perros de asistencia. Imagen cortesía: autismomadrid.com |
Un perro de
asistencia es quien ayuda en la
cotidianidad del día a día a una persona. Se trata de un can que está
entrenado para brindar apoyo en el aprendizaje y auxiliar físicamente.
La compañía de
estos seres también es capaz de desarrollar habilidades cognitivas en los niños
con autismo, quienes necesitan ser asistidos especialmente durante sus primeros
6 años de vida.
Los perros
adiestrados para estar con personas autistas
tienen el propósito de mejorar la calidad de vida del pequeño y de sus familias.
Con la
asistencia canina se puede incrementar de la atención, concentración,
contacto visual, mejor adaptación a nuevos entornos, entre otros progresos que
conocerás a continuación.
1. Genera seguridad
El 50% de
los niños que padecen autismo, suelen
huir de sus cuidadores, según informes epidemiológicos. El hecho de que los
pequeños se escapen ocasiona grandes inquietudes en sus padres.
Para estos
casos este tipo de perro ancla al niño mediante un arnés que une el traje del
animal al pequeño.
Cuando
ocurre algún acto escapista el can
obedece a un comando de voz con el que se tumba y lo bloquea de ser necesario.
El perro también está entrenado con pautas de seguridad
vial y marca distancia con los bordes de la acera para evitar que crucen en
caso de riesgo.
Están capacitados para atender a niños con esta condición. Imagen: Gacetamedica |
2. Habilidades motoras
Los niños
que llevan a los perros agarrados mediante un asa, reducen las conductas estereotipadas, como balanceos, aleteo de
manos o ruidos, favorece también la deambulación rítmica y constante.
Además los perros
están entrenados para controlar crisis y bloqueos. Al chupar la cara o manos,
generan una incomodidad divertida que saca a los niños de ese estado.
3. Buena compañía
La compañía
canina genera comodidad en los niños
autistas, debido a que el perro no juzga, ni establece diferencias. Aún más
cuando el can está adiestrado para cumplir con necesidades, pero sin dejar de ser
su amigo perruno.
Es
importante tener en cuenta que no a todos los niños se le da la compañía con un
perro, ya sea por miedo o por episodios fatídicos en el pasado, así que lo
mejor es enseñar la convivencia niño-can poco a poco, sin forzar.
También te interesaría conocer: Cómo saber si mi perro padece de autismo
También te interesaría conocer: Cómo saber si mi perro padece de autismo
4. Ayuda a la interacción social
Los perros
de asistencia facilitan el aprendizaje de las habilidades necesarias para lograr una adaptación al entorno
de manera eficaz, mediante la participación y autonomía en actividades básicas
de la vida diaria.
Esto se da orgánicamente
debido a una comunicación desde iguales, es decir la comunicación no verbal que
se produce entre el niño con el perro. De esta manera son capaces también de
reducir el estrés ansiedad y fomentar su aprendizaje.
El lenguaje no verbal permite la comunicación. Imagen: gacetamedica |
5. Mejora el sueño
Si el niño
tiene algunos problemas con patrones en el sueño, el perro es capaz de generar calma y tranquilidad al ejercer una suave
presión sobre su cuerpo, lo cual mejora la calidad del sueño y pueda dormir más
placenteramente.
Todos estos
beneficios son gracias a un proceso y mucho esfuerzo, durante dos años
aproximadamente, para educar al animal en la formación de esta condición
llamada autismo.
El aprendizaje
va desde la fase más básica hasta la más específica, que es cuando termina el
acoplamiento del niño. Lo cual convierte al perro en un amigo terapéutico preparado para auxiliar a los infantes con
autismo y se convierte el mejor aliado de los padres.
¿Conoces a algún niño con autismo?
Comparte con sus padres esta valiosa información y recuerda seguirnos en
nuestro Facebook.