Los pulpos, también
conocidos con el nombre científico de Octopoda, son moluscos que al igual
que los calamares, se clasifican como cefalópodos –término de lo zoología para
referirse a aquellos animales que tienen los pies unidos a la cabeza-
Con sus ocho largos e
inconfundibles brazos cubiertos por docenas de ventosas, el pulpo se clasifica
en una de las especies realmente fascinantes. Son capaces de pasar inadvertidos al no transmitir ningún sonido,
una de las peculiaridades que sigue siendo un misterio para los interesados en
los animales marinos.
Sus múltiples
particularidades lo hacen destacar en el reino animal. Son criaturas
extraordinarias, que a pesar de su incapacidad de oír tienen gran inteligencia para desarrollarse en el
mundo acuático, pero dependen 100% de sus ojos para sobrevivir en la
naturaleza –su visión es daltónica-.
Estos animales demuestran
incontables habilidades que le ayudan a crear barreras para escapar de sus
depredadores. De hecho, su cuerpo es tan flexible, blanco y suave, que le
provee una anatomía superior para huir y
mantenerse a salvo.
Gracias a su falta de esqueleto, es capaz de
esconderse en pequeñas grietas donde otros animales no pueden pasar. Además,
utilizan el camuflaje como su mejor sistema de defensa, pues se activa a través
de células pigmentarias y músculos de su piel.
Inteligencia
asombrosa
Tiene diversas formas, texturas y hasta fabulosos colores en su cuerpo
El pulpo es el invertebrado,
que a pesar de no ser precisamente longevo, tiene el cerebro más grande y probablemente,
más inteligente de todas las especies marinas. Es curioso saber que su
cráneo no tiene un solo hueso.
Son especialmente solitarios
pero llegan a aprender comportamientos por sí solos para adaptarse al estilo de
vida de su familia. Se estimulan
rápidamente mediante la observación, lo que los lleva a resolver problemas
complejos y se aburren si solucionan cualquier ejercicio fácilmente.
Estudiar la inteligencia de
los pulpos, es un tema muy atractivo en el mundo científico, pues aseguran que
es similar a la de los humanos, pero su manera de evolución ha sido tan
distinta, que se torna difícil de comprender.
Este cefalópodo es muy determinado
a la hora de buscar información y son tan astutos que se vuelven capaces de almacenar los datos a largo plazo. Su
forma de aprendizaje los ha incentivado a imitar otras especies que puedan
amenazar su existencia.
Para otros animales, el
pulpo suele ser un platillo apetitoso pero comérselo no es tan fácil como
parece. Esto se debe al peculiar sistema nervioso que posee. Apenas un tercio
de sus neuronas están en el cerebro, mientras
que el resto de las 80 millones se distribuyen en sus tentáculos.
Los complejos reflejos de
sus brazos siguen funcionando aunque pierdan conexión con la cabeza, por lo que
aún después de muertos pueden atacar a sus agresores hasta quitarle la vida a
ellos también.
Singularidades
del pulpo
1. Cuentan con toxinas que utilizan como
arma de defensa para neutralizar a sus presas (peces,
crustáceos pequeños…). Todos los
pulpos contienen veneno,
particularmente fatal para los humanos.
2. Tienen
tres corazones, dos de ellos funcionan para bombear la
sangre alrededor de sus extremidades, y el otro la hace circular por los
órganos. Además, ¡su sangre es de color azul! En lugar de hemoglobina, usan
hemocianina para transportar el oxígeno.
3. El olfato es a través de sus brazos, ya
que sus tentáculos no solo facilitan el sentido del tacto. Sus 1600 ventosas permiten captar los olores.
4.
Se pueden deshacer de sus tentáculos –y luego regenerarlos- para engañar a su
depredador y escapar. También segregan tinta para desorientar a quien lo amenaza.
5.
La
reproducción es letal. En la mayoría de las especies de pulpo,
la hembra se come al macho luego del apareamiento pero después de poner los
huevos, y vigilarlos hasta que nazcan, ésta adopta un comportamiento
autodestructivo que le impide comer y le causa la muerte.
¿Conocías
estas curiosidades sobre los pulpos? Recuerda hacer tus
comentarios en nuestras redes y seguirnos en Facebook.