Algunas razas como el cocker spaniel,
el beagle, el salchicha o el bichón maltes tienen unas orejas largas y/o
caídas, en ocasiones rozan con las patas o el suelo. Por ello, es necesario
atender adecuadamente este rasgo tan peculiar, para evitar bacterias,
infecciones, mal olor o enfermedades.
Los canes
con orejas grandes y hacia abajo tienen el pabellón auditivo cubierto, por
lo que no cuentan con la ventilación
necesaria en esa zona. Esto trae como consecuencia, que tras un baño o día
de lluvia, los oídos no se sequen bien y sean propensos a desarrollar
bacterias.
También tienden a acumular más cera y suciedad de
lo normal, por lo tanto, los hongos, el mal olor, el enrojecimiento, e
incluso la pus suelen aparecer fácilmente. Si estos problemas no se previenen o
se tratan a tiempo, pueden causar enfermedades como la otitis, la cual
genera dolor agudo, cambios en el comportamiento y problemas para oír.
Un perro que tiene molestias en sus
oídos comúnmente presentará estos síntomas:
- Sacudirse
la cabeza constantemente
- Rascarse
las orejas con sus patas traseras
- Se
quejará o será agresivo cuando le toquen la zona afectada
- Expulsará
un líquido amarillo o marrón con muy mal olor.
Cualquier
canino, independientemente de su raza, necesita una limpieza y cuidado de sus
orejas. Lo que diferencia a los peludos con “orejotas” es que, esta zona
de su cuerpo debe ser atendida con más constancia de lo normal. Algunos cuidados necesarios son:
Limpiar sus orejas desde cachorros
Darle premios al perro luego de la limpieza lo incentivará a portarse bien |
Una de las
claves para que el perro se mantenga
sano durante toda su vida es acostumbrarlo al baño y al aseo desde que
es muy pequeño, así evitarás que muestre una actitud esquiva o desobediente.
Además hay
que estar alerta al momento de bañarlo pues suele entrarle agua en los
oídos, por lo cual hay que secar esta zona rápidamente. Para ello se puede utilizar una gaza y pasarla suavemente alrededor de
la cavidad auditiva. Es importante no hundir demasiado la gaza en el oído
pues se pueden ocasionar lesiones.
Aunque los
perros no deben ser bañados diariamente, esto no significa que sus oídos no
deban ser limpiados, pues lo
recomendable es que cada 2 o 3 días esta zona sea desinfectada. Se
puede utilizar una bola de algodón o una gaza, empaparla en alcohol
y luego sujetarla con unas pinzas e introducirla con cuidado en la oreja del
animal.
Al terminar
la limpieza se debe pasar un algodón o gaza seca por toda la zona, con la
intensión de eliminar toda la humedad posible.
Utilizar bastoncillos o hisopos para humanos no es tan recomendable, ya que, los perros tienen un odio mucho más grande, por cual este instrumento no será suficiente para una limpieza completa. También puedes preguntarle al veterinario cuál es la mejor forma de limpiar las orejotas de tu peludo.
Presta
atención a los cambios
Con los
perros de orejas largas hay que estar muy atentos, observar sus oídos
constantemente y verificar que no haya presencia de enrojecimiento, mal
olor, puntos negros, ácaros o cualquier tipo de suciedad.
Corta el
pelo
Hay razas
como el cocker spaniel o el setter irlandés que tienen mucho pelo en todo su
cuerpo y sus orejas no son la excepción. Por ello es ideal mantener esta
zona despejada tanto por dentro como por fuera, así entrará más aire y no habrá
tanto espacio para la humedad.
Si las
orejas son muy largas, finas o el canino es muy inquieto, lo mejor que se puede
hacer es dejar esta tarea en manos de un profesional, los peluqueros de
caninos sabrán cortar los pelos sin causar daños.
No olvides
la parte exterior
Ponerle tampones de algodón a la hora del baño puede evitar que le entre agua |
Por
último, limpiar las orejas por
fuera también es útil y necesario para evitar infecciones. Se pueden
utilizar toallitas húmedas y desinfectadas, algodón o gazas. Del
mismo modo, luego del aseo se debe secar la zona con una toalla o paño seco.
El
bienestar de las mascotas depende de sus dueños. Cuéntanos en Facebook tu
experiencia luego de aplicar estos oxiconsejos ¡te esperamos!