Sus movimientos hacen creer que se están abrazando, pero lo que parece un momento romántico y de seducción se transforma en una pelea en donde la babosa de mar apuñala a su pareja durante el apareamiento.
Con un apéndice que se asemeja a un pene ambos ejemplares de la babosa de
mar se apuñalan mutuamente en la cabeza para inyectarle a su pareja sustancias químicas.
Pero ese acto violento tiene un solo objetivo: cambiar la actitud de su
pareja a su propio beneficio. Este hecho es considerado como un comportamiento
de apareamiento traumático.
Luego de la lucha entre ambos animales –que miden entre 2 y 4 milímetros-
los ejemplares quedan bloqueados durante unos 40 minutos.
Aunque las babosas son hermafroditas –tienen órganos sexuales masculinos y
femeninos- esta actitud violenta en las parejas es para ver quién se queda con
el rol del macho durante la cópula.
Según científicos especializados en reproducción hermafrodita, esta inyección
hace a la otra babosa marina reacia a seguir fecundando, es así como el
ejemplar adopta el papel de hembra.
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