¿Molestas a tu perro mientras come? ¿Lo dejas mucho
tiempo solo? Hay cosas que afectan a tu pastor alemán, incluso existen cosas
que haces a diario y terminan afectándole.
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Número 1: Que
los molesten mientras comen
Los pastores alemanes, al igual que muchas otras razas de perros, valoran sus momentos de comida y pueden mostrarse particularmente sensibles si son molestados mientras comen. Este comportamiento se enraíza en instintos básicos y puede manifestarse de diversas maneras, dependiendo de la personalidad y las experiencias previas de tu perro.
Interrumpir o acercarse
demasiado a un perro mientras come, puede provocar ansiedad o incluso una
respuesta de protección de recursos, donde tu perro siente la necesidad de
defender su comida. Esto no significa que tu can sea naturalmente agresivo,
sino que está actuando bajo un instinto primal que le indica proteger su
sustento.
Crear un ambiente tranquilo y seguro para la hora de la
comida es crucial para el bienestar emocional y físico de tu pastor alemán.
Esto implica asignarle un área específica para comer donde pueda disfrutar de
sus comidas sin interrupciones, lejos del paso constante de personas u otros
animales del hogar. Respetar este espacio ayuda a fomentar un sentido de
seguridad y puede minimizar cualquier tendencia a la protección de recursos.
Número 2:
Contacto forzado con quien no le agrada
Esto es algo que muchos pasan por alto y sin darnos cuenta, estamos afectando a nuestro perro. Y es que forzar a un pastor alemán, o a cualquier perro, a interactuar con personas o animales que no le agradan puede tener consecuencias negativas tanto para su bienestar emocional como para su comportamiento.
Los perros comunican su incomodidad de varias maneras, incluyendo el lenguaje corporal y señales vocales, y es crucial para los propietarios reconocer y respetar estos mensajes.
Ignorar estas señales y
continuar con el contacto forzado puede llevar a un aumento del estrés y la
ansiedad en el animal, afectando su salud mental y física a largo plazo.
Cuando un perro se siente obligado a interactuar contra su voluntad, puede desarrollar asociaciones negativas con ciertas situaciones o seres, lo que podría llevar a comportamientos problemáticos como el miedo o la agresión defensiva.
Es particularmente importante ser consciente de esta
dinámica en los pastores alemanes, dada su capacidad para ser protectores y su
tamaño, lo que podría hacer que cualquier manifestación de miedo o agresión sea
potencialmente peligrosa.
Número 3: Pasar
mucho tiempo solo
No tengas a este perro si va estar mucho tiempo solo. La necesidad de interacción regular con su familia humana es profundamente arraigada en la psique de un pastor alemán.
Estos perros, conocidos por su
lealtad y carácter social, pueden experimentar una variedad de efectos
negativos si se les deja sin atención o compañía durante períodos prolongados.
Este aislamiento no solo contradice su naturaleza inherente, sino que también
puede desencadenar problemas de comportamiento y salud emocional.
Primero, la falta de interacción social puede llevar a un pastor alemán a desarrollar ansiedad por separación. Esta condición se caracteriza por un comportamiento destructivo, vocalizaciones excesivas y estrés cuando se les deja solos.
Para un perro tan integrado en el núcleo familiar, la ausencia de vínculos sociales fuertes y regulares puede ser profundamente perturbadora, afectando su equilibrio emocional.
Además, estos perros inteligentes y enérgicos requieren estimulación mental y física constante, la cual se facilita en gran medida por la interacción con sus humanos.
Sin esta, pueden caer en la monotonía y el aburrimiento, lo que a
menudo se manifiesta en comportamientos no deseados como masticación
destructiva, excavación, o incluso agresión. Estas actividades son síntomas de
un perro que intenta auto estimularse y encontrar maneras de liberar su energía
reprimida o aliviar el estrés.
Número 4: Ser
tratados de manera injusta
Presta atención si tienes dos o más perros en casa. Los pastores alemanes, como seres sensibles y perceptivos, pueden ser profundamente afectados por el trato que reciben, especialmente si perciben una falta de equidad en comparación con otros animales en el hogar.
Esta percepción de
injusticia no solo afecta su bienestar emocional, sino que también puede
influir en su comportamiento y en su relación con otros miembros de la familia,
tanto humanos como no humanos.
La sensación de ser tratado de manera injusta puede llevar a un pastor alemán a experimentar celos o resentimiento hacia otros animales del hogar que perciben como más favorecidos. Esto puede manifestarse en comportamientos como la competencia por la atención, recursos (como juguetes o comida), o incluso territorio.
A largo plazo, estos sentimientos no solo erosionan la armonía dentro del hogar, sino que también pueden dañar el vínculo entre el perro y sus cuidadores, generando un ambiente de tensión y conflicto. Además, esta percepción de trato desigual puede tener un impacto negativo en la autoestima del perro y en su seguridad emocional.
Los perros, al igual que las
personas, necesitan sentirse valorados y seguros dentro de su grupo social. Un
pastor alemán que constantemente se siente menospreciado o ignorado puede
volverse inseguro y desarrollar ansiedad, lo que a menudo se traduce en un
comportamiento temeroso o agresivo como mecanismo de defensa.
Número 5: No
tener un lugar propio y seguro en la casa
La falta de un espacio propio y seguro dentro del hogar
puede tener un impacto significativo en el bienestar de un pastor alemán. Este
espacio actúa no solo como un refugio físico sino también como un santuario
emocional, donde el perro puede retirarse y sentirse protegido. La ausencia de
tal lugar puede conducir a una serie de problemas comportamentales y
emocionales, subrayando la importancia de este aspecto en la crianza de un
perro feliz y saludable.
Cuando un pastor alemán no dispone de un lugar que pueda considerar exclusivamente suyo, es posible que experimente un aumento en los niveles de estrés y ansiedad. Este incremento en el estrés puede ser el resultado directo de la constante exposición a estímulos y la incapacidad de encontrar un retiro tranquilo. Los perros, al igual que las personas, necesitan momentos de soledad y tranquilidad para descomprimirse y recargar energías.
Sin
un espacio seguro al cual retirarse, un perro puede volverse constantemente
nervioso y tenso, lo cual es especialmente problemático en razas inteligentes y
sensibles como el pastor alemán.
Número 6: La
inconsistencia
La inconsistencia en la rutina, las reglas o el trato puede tener un profundo impacto en el comportamiento y bienestar de un pastor alemán.
Estos perros, conocidos por su inteligencia y capacidad para
entrenarse, prosperan en un ambiente donde las expectativas son claras y
constantes. La inconsistencia, por otro lado, puede generar confusión, ansiedad
y una serie de problemas comportamentales.
En primer lugar, la inconsistencia en el entrenamiento y en la aplicación de reglas puede llevar a un perro a desarrollar comportamientos no deseados o a no aprender adecuadamente los comportamientos esperados.
Por ejemplo, si se le permite subir al sofá ocasionalmente, pero
otras veces es reprendido por la misma acción, el perro puede volverse incapaz
de entender qué comportamientos son aceptables. Esta falta de claridad puede
resultar en un perro ansioso, que actúa de manera indeseada no por desafío,
sino por confusión.
La inconsistencia en las rutinas diarias puede afectar negativamente la seguridad emocional de un pastor alemán. Estos perros, al igual que muchos otros, se benefician de una rutina predecible que incluye horarios regulares para comer, pasear y jugar. Las variaciones impredecibles en estas rutinas pueden causar estrés, ya que el perro no sabe qué esperar ni cuándo esperarlo.
Este estrés puede manifestarse en comportamientos como la
destrucción de objetos, ladridos excesivos o incluso agresión, como forma de
lidiar con la ansiedad generada por la incertidumbre.
Número 7:
Ejercicio insuficiente
Estos perros son conocidos por su energía y necesitan una
cantidad adecuada de ejercicio para mantenerse física y mentalmente
equilibrados. Cuando no reciben suficiente actividad física, pueden manifestar
una variedad de problemas, desde el aburrimiento hasta la obesidad y el
desarrollo de comportamientos no deseados.
El ejercicio insuficiente puede resultar en una
acumulación de energía no canalizada, lo que puede llevar a un pastor alemán a
buscar salidas para esta energía de manera destructiva. Esto puede incluir
comportamientos como la masticación excesiva, la excavación o el ladrido
persistente. Estos comportamientos no solo pueden ser molestos para los
propietarios, sino que también pueden causar daños a la propiedad y, en casos
extremos, poner en peligro la seguridad del perro y de quienes lo rodean.
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