LOS PERROS CORGIS DE LA REINA ISABEL SEGUNDA

 



Con 70 años en el trono, Isabel Segunda de Reino Unido, marcó una era, y su popularidad solo crecía con el paso de los años, debido a las acciones, el trabajo y la responsabilidad con las que asumió la corona. En la vida del palacio, había unos pequeños que con sus travesuras iban y venían y se hicieron tan famosos que forman parte de los símbolos distintivos de la corona británica, los corgis, una raza de perro conocida mundialmente en parte gracia a ella, y tanto ha sido su impacto mundial que tras su muerte muchos se preguntaban qué iba a pasar con ellos, esta y otras curiosidades las conocerás



Hoy estaremos conociendo sobre los Corgis de la Reina Isabel II, revelaremos cuál fue la primera, quién murió y dejó un golpe fuerte en la reina y hasta los que nacieron del cruce accidental con un can de su hija, a los que llamaron Dorgis. Ahora sí, comencemos.

Susan, la Corgi que inició todo


El amor por esta raza de perros la heredó de su padre, el Rey Jorge sexto, en el año 1933 consiguió a un perro llamado Dookie Pocos años después cuando aún Isabel era princesa su padre le obsequió una hembra a la que bautizó como Jane. Pero el inicio de toda la locura por los corgis la inició Susan, el regalo que recibió la futura monarca del Reino Unido cuando cumplió sus 18 años.

El amor por Susan llegó a tal punto que Isabel no quería separarse de ella, y estuvo escondida debajo de la alfombra del carruaje real que paseó por las calles de Londres el día que se casó con el príncipe Felipe de Edimburgo, camino a su luna de miel. Para inicios de 1959, la Corgi ya era una anciana, pero causó revuelo en la prensa británica cuando mordió a un policía que patrullaba el palacio, fue la cuarta ocasión que mordía a alguien. Murió en febrero de ese mismo año a la edad de 15 años.

Se le ha llamado la “Eva de los Corigs reales” porque de ella nacieron todos los descendientes que acompañaron a la soberana. Los primeros que dio a luz fueron a Sugar que fue oficialmente el perro del pequeño príncipe Carlos y Honey el favorito de la Reina Madre.

La relación cercana entre la Reina y sus perros


Los perros de la reina tenían privilegios envidiables para mucho, tanto así que ningún otro habitante del palacio, incluido sus hijos, podían presumir. Por ejemplo, eran los únicos que tenían permitido entrar y salir con total libertad de los apartamentos privados de la Reina, y según los corresponsales reales, los empleados de palacio tenían la orden de dejarlos andar por todas las habitaciones a su gusto, además de darles un trato especial. La asistente de la reina, su paje, y los mayordomos estaba encargados de sus cuidados, pero el amor por ellos era tan real que Isabel supervisaba su dieta diaria que consistía en un filete y una pechuga de pollo que se servía a las cinco de la tarde.

La acompañaron a su luna de miel, estuvieron en sesiones de fotos reales, viajes de Estado, y hasta en la ceremonia de inauguración de los Juegos Olímpicos de Londres 2012. El vínculo creado quedó reflejado en la serie The Crown donde se retrató el amor que tenía por ellos. Un dato curioso es que gracias a la serie esta raza que estaba considerada por el Kennel del Reino Unido como vulnerable rumbo al peligro de extinción, subió de popularidad y su número creció.

Los decesos más trágicos


Con el pasar del tiempo, los perros iban dejando el palacio, y tenían su descanso final en el cementerio de mascotas Real que mandó una vez a construir la Reina Victoria, otra gran amante de los perros. La muerte de Susan fue el primer golpe que recibió la reina, la quiso tanto que mandó a hacer una lápida especial. La muerte de Pharos (Faros) fue muy dolorosa para la monarca, este se convirtió en uno de sus favoritos y en el año 2003, tuvo que ser sacrificado cuando fue atacado violentamente por el bull terrier inglés de su hija, la princesa Ana.

En 2018, dejaba este mundo Willow el dolor embargó a la Reina al ser este el último descendiente de aquella perrita que le fue regalada por su padre a los 18 años, los corresponsales reales, comentaron que Isabel se sentía triste al ver como se perdía la línea que la unía a sus inicios y a su padre.

Cuando tenía 88 años decidió no criar más corgis porque no querían que quedaran huérfanos luego de su muerte y esto era algo que le preocupaba, también porque debido a su tamaño y la rapidez de los cachorros, estos podían hacer que sin querer se cayera o tuviera un accidente. Sin embargo, aceptó a Muick y Fergus, que fueron regalado por uno de sus hijos, cosa que agradeció porque disfrutó mucho de la compañía de ellos durante el confinamiento.

La relación con la familia


Los perros de la Reina tuvieron incluso hasta un psicólogo canino, según cuentan los corresponsales reales, mientras la fascinación crecía en torno a ellos, muchos se preguntaban cómo era la relación con los otros miembros de la familia. Se sabe que los príncipes Felipe y William, no les agradaba mucho debido a sus ladridos, los demás estaban encantados con ellos. El actual Rey Carlos tercero, tenía sus propias mascotas. La princesa Diana dijo una vez de ellos que eran como la “alfombra móvil” de la reina porque la acompañaban a todas partes.

La princesa Ana tenía unos perros salchichas, y luego de un cruce accidental entre un Corgi y su Teckel, nació una nueva camada que bautizaron como Dorgis, en total fueron 10 canes de esta raza los que crio la Reina. La familia real británica siempre ha sido muy amante de las mascotas, y gracias a su influencia, se popularizó el cuidado y la protección de las mascotas en el país europeo.

Los corgis como símbolo

El amor que la reina daba a sus perros no pasó desapercibido, se convirtieron un fuerte símbolo, que le daba más humanidad a la soberana, esa cercanía con sus mascotas, los cuidados, que la acompañaran a todos lados y algunos pocos videos donde se ve con ellos jugando, dándoles de comer o incluso conversando hicieron que la “abuela de los británicos” lograra que el respeto por los animales estuviera bien marcado en el corazón de todos los británicos.

Algunos de estos canes tienen estatuas en Londres, se les ve en peluches, y en algunos artículos que se pueden encontrar cerca del palacio de Buckingham Se han hecho películas en su honor, y han aparecido en innumerables situaciones de la cultura popular. Aparte de la corona, la ropa, y los accesorios que la Reina utilizaba, sus animales dejaron claro que si ella como máxima autoridad de Reino Unido dedicaba tanta atención por ellos ¿Cómo otra persona no lo iba hacer?

¿Qué pasará con los perros de la reina?


Como te decíamos anteriormente, la Reina decidió no criar más perros porque le preocupaba mucho qué pasaría con ellos luego de su muerte, sin embargo, aceptó los dos que le regaló su hijo el príncipe Andrés y le sirvieron mucho de apoyo y compañía durante la pandemia. Para aceptar este obsequio, ella pidió que luego de su muerte debían volver con él.

Por redes sociales circuló un rumor que serían enterrados junto a ella, esto es totalmente falso. Su hijo y su ex esposa Fergie los adoptaron y estarán con ellos cuidados y protegidos, en un comunicado conjunto realizados. También quedan dos perros una Cocker Spaniel llamada Lissy y otro Dorgi llamada Candy. Lissy probablemente se vaya con un miembro de su equipo, mientras que la segunda aún no tiene dueño, eso sí, fuentes del palacio aseguraron que el Rey Carlos tercero se comprometió a buscarles un hogar digno.

Isabel segunda de Reino Unido marcó una era, siempre será recordada y el amor por los animales será la señal de una reina que hizo historia siempre en compañía de los pequeños compañeros que tanto amaba

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