Si algo tienen los felinos es una elegancia
y destreza para moverse. Por ello, cuando presentan movimientos descoordinados
o se tambalean, puede ser que estén padeciendo de ataxia. Aprende cómo
detectarla para que acudas a un veterinario cuanto antes en caso de que te
toque
La ataxia se
reconoce cuando un felino comienza a caminar de forma extraña, no es estable,
se tambalea o da la sensación de que esta “borracho”. Existen diversas causas
por las que se puede desarrollar esta descoordinación del movimiento, casi siempre por problemas del sistema
nervioso.
Afecta principalmente
la cabeza y las patas, a veces es congénita, es decir, aparece desde el nacimiento o puede ser causada por enfermedades víricas,
anemias, desnutrición, deshidratación, problemas ortopédicos o incluso por
intoxicaciones por mercurio.
La duración e
intensidad de la ataxia varía según el problema de fondo, según la cual el gato
tendrá mayor o menor probabilidad de vivir.
¿Cuáles son los síntomas?
Es importante
estar atento ante cualquier movimiento o comportamiento extraño, pues a pesar
de que el diagnóstico definitivo lo
tiene que dar un veterinario, cualquiera de estos síntomas puede ser una
señal:
- Debilidad general
- Pérdida del apetito
- Problemas auditivos
- Tropiezos constantes o tambaleo
- Debilidad en las patas
- Letargia en el gato
- Movimientos involuntarios de los ojos
- Cabeza ladeada
Tipos de ataxia
Existen 3
tipos de ataxia según la zona del sistema nervioso afectada. Para poder
detectar de cual se trata, el veterinario tendrá que realizar diferentes exámenes
como pruebas de sangre, orina, radiografías,
ultrasonidos y todo lo que él considere necesario.
Ataxia cerebelar: en este caso la zona afectada es el cerebelo, región encargada de controlar
el equilibrio y la coordinación de los movimientos. Puede aparecer debido a un
defecto genético, una deficiencia de vitamina E, un derrame cerebral,
toxoplasmosis, hipoglucemia o porque no le llega suficiente sangre al cerebro.
Ataxia sensorial o sensitiva: es aquella que ataca la medula espinal y los nervios periféricos que se encargan
de las extremidades. Como en el caso anterior, puede deberse por distintas
causas como un accidente cerebrovascular espinal, infecciones por bacterias,
tumores en la columna, etc.
Ataxia vestibular: ocurre cuando hay daños en el oído interno o en los nervios que van desde el oído al
cerebro, los cuales se encargan de llevar información con el fin de que el
gato mantenga el equilibrio. Al estar dañados, no pueden cumplir esta función correctamente.
¿Cómo puede tratarse?
Si la ataxia
y el motivo que la produce son detectados a tiempo, se puede aplicar un tratamiento acorde, que puede ser medicamentos
para tratar la enfermedad causante, antibióticos si se debe a infecciones o intervención
quirúrgica en casos más extremos
El gato
puede vivir una larga vida, relativamente normal pues no sufre dolor ni malestar. Sin embargo, cuando la patología que
causa la ataxia no tiene cura o tratamiento específico, el peludo puede perder
la vida.
Por ello, si tu gato comienza a manifestar
movimientos extraños o pérdida del equilibrio acude al veterinario rápidamente.
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