Por qué las tortugas marinas vuelven al lugar donde nacieron, +3 datos adicionales

Pertenecen a la súper familia Chelonioidea, la cual actualmente cuenta solo con 7 especies –casi todas en peligro de extinción–. Es uno de los reptiles más antiguos del mundo, incluso por encima de los cocodrilos y serpientes ¿lo sabias?

A pesar de ser marinas necesitan subir a la superficie para respirar. Lo curioso es que luego de tomar aire, tienen la capacidad de sumergirse hasta por 8 horas continuas en el fondo del mar, incluso pueden estarse quietas y dormir durante este tiempo.

Estas criaturas se remontan al tiempo jurásico, hace unos 200 millones de años atrás –por lo que se cree que convivieron junto con los dinosaurios–. Es una especie que posee varias particularidades, a continuación te las presentamos:


Vuelven a las playas donde nacieron
Algunas especies emiten sonidos mientras anidan
 Las tortugas marinas cuentan con un sentido de orientación bastante elevado, tanto así, que tienen la capacidad de recordar la playa donde nacieron y volver allí para anidar y depositar sus huevos.

Al igual que otros animales, estos reptiles se orientan gracias a las líneas invisibles del campo magnético de la Tierra.

Según un estudio publicado en la revista Current Biology,  el volver a su lugar de nacimiento también se consigue a través del campo magnético, pues cada playa tiene su propia “firma magnética”, la cual es recordada por las tortugas para luego ser utilizada como brújula.

No es un viaje sencillo, ya que según los expertos el campo magnético cambia lentamente, por lo que las tortugas marinas se ven en la necesidad de cambiar sus puntos de anidación cada cierto tiempo.
Usan sus aletas traseras para excavar el nido donde podrán sus huevos –el proceso puede durar hasta 3 horas–. Depositan alrededor de 100 huevos que incuban por 60 días aproximadamente.

Después del nacimiento la madre se marcha, no se encarga de alimentar ni llevar a su cría al mar. Los pequeños bebes para orientarse hacia el agua utilizan la luz de la luna o las estrellas.

Se calcula que una de cada mil crías sobrevive y se hace adulta. El sexo de las nuevas tortugas se determina según la temperatura del nido, es decir, los nidos más calientes generan hembras, mientras que los fríos dan machos. Un ambiente templado puede producir mitad y mitad de cada sexo.

No tienen dientes
El caparazón es parte de su esqueleto y tiene más de 50 huesos
 En su lugar poseen picos de queratina con los cuales consumen los alimentos. Todas las especies marinas son omnívoras, pueden comer algas, calmares y hasta medusas –son inmunes a las toxinas que estas contienen–.

Por alguna razón parece que prefieren los alimentos de color rojo, naranja o amarillo. Por otra parte el sentido del olfato es débil, pero la vista la tienen es más desarrollada en comparación con sus parientes terrestres.

El tamaño de la tortuga marina varía según cual sea la especie. La tortuga bastarda es la más pequeña, con 70 centímetros de largo y 40 kilos, mientras que la tortuga laúd llega a medir 180 cm y pesar hasta 500 kg.

“Años perdidos”
Al nacer, las primeras crías esperan a las demás para dirigirse juntas hacia el mar
Son animales muy longevos, logran vivir entre 150 a 200 años según la especie. Para los científicos los primeros años de vida de las tortugas marinas son desconocidos.

Suelen ser denominados como “años perdidos”, pues desde que nacen y entran por primera vez al mar hasta que regresan a las playas pueden pasar entre 10 o 20 años.  Este largo tiempo que viven dentro del mar es todo un misterio para los expertos.

La madurez sexual la alcanzan cuando tienen entre 10 o 15 años aproximadamente,  aunque algunas pueden tardar más según los factores ambientales.

6 de 7 especies en peligro
Pueden migrar largas distancias. El récord lo mantiene una tortuga laúd
Las tortugas marinas son cazas por su carne, piel, caparazón y huevos. Además, algunas veces durante la pesca quedan atrapadas en las redes y mueren ahogadas.

La destrucción de su hábitat de reproducción –desarrollo costero y contaminación por plástico– hace difícil que estos reptiles consigan  los espacios propicios para hacer sus nidos.

Asimismo, como muchos otros animales, el cambio climático también representa una amenaza, pues las subidas del nivel del mar, las tormentas y los cambios de temperaturas ponen en peligro sus migraciones y su reproducción.

Según la Lista Roja de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza –UICN– ,6 de 7 especies de tortugas marinas han sido declaradas en “peligro crítico” o “vulnerables”. Actualmente, algunos países conservan las playas donde estas anidan como parques nacionales o como reservas protegidas.

Para los investigadores existe la esperanza de que puedan adaptarse a los cambios que se prevén para los océanos en los años venideros. ¿Quieres saber más? Visítanos en Facebook
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