Félicette: la primera y única gata que viajó al espacio exterior


La historia espacial ha reconocido por años la partición de monos y perros, quizás esto se deba al hecho de que estos fueron escogidos por las 2 potencias mundiales de esa época –EEUU y la URSS –. Pocos saben que una felina también participó en estas investigaciones ¿Quieres conocerla? ¡Sigue leyendo!

Una minina de color blanco y negro, recogida de las calles de París, fue escogida entre 14 ejemplares para sobrevolar la superficie terrestre. La llamaron Félicette y ha sido la primera y –hasta ahora– la única gata que viajó al espacio y sobrevivió.

Fue lanzada hace 56 años, el 18 de octubre de 1963 por los investigadores franceses, quienes decidieron trabajar con felinos pues ya habían indagado suficiente sobre estos animales.


Además, existía durante estos años una competencia entre las dos potencias mundiales –EEUU y la URSS– por demostrar cuál era mejor, por lo que Francia no quiso quedarse atrás.

Elección extraña
Félicette tuvo un mejor final que su rival la perra Laika, la cual murió en su nave /Foto: CollectSpace
Se dice que esta “carrera espacial” influyó sobre la decisión de los franceses en escoger un gato, ya que no había sido utilizado por nadie más.

El entrenar gatos para esta misión generó polémica en el mundo, incluso fue vista como una decisión extraña, pues estos animales no comparten similitudes fisiológicas con los humanos –como si es el caso de los simios–, ni tampoco son tan obedientes como los perros.


El éxito que tuvo la expedición le permitió competir en la “carrera espacial” contra la URSS y su perra Laika y con EEUU y sus chimpancés, de los cuales el más conocido es Ham.

La astrocat
Félicette junto algunos participantes de la misión / Foto: Kickstarter
Félicette fue enviada en el cohete Véronique AG1 a las 8:09 am hora local, alcanzó una altura record de 156 kilómetros en plena ionosfera.  Su despegue se realizó en Hammaguir, en medio del desierto de Argelina, donde Francia acababa de crear la tercera agencia espacial civil del mundo, desde allí comenzaron a lanzarse todo tipo de cohetes.

El viaje duró 13 minutos, de los cuales 5 minutos fueron de absoluta ingravidez para la gata. Los cohetes veroniques solo tenían potencia para realizar vuelos suborbitales.

Estos lanzamientos con animales tenían como objetivo investigar los efectos de la falta de gravedad en los seres vivos –para tratar de deducir que experimentarían los humanos–.


La gata se recuperó de forma exitosa luego de que la capsula fuera expulsada del cohete y ella fuera lanzada en paracaídas hacia la Tierra. Estaba algo magullada pero en perfecto estado, su triunfo en la expedición la convirtió en toda una celebridad, denominada la “astrocat”.

Expediciones con ratas
Dos ratas mas fueron enviadas al espacio durante el año 1962 / Foto: The New Stack
Antes de utilizar gatos, los franceses exploraron el espacio exterior con las ratas. El 22 de febrero de 1961 se lanzó a una rata llamada Hector, la cual alcanzó una altura de 111 kilómetros y fue el primer animal francés en visitar el espacio.

Inicialmente no contaba con un nombre, sin embargo tras el éxito de la misión los medios de comunicación la bautizaron como “Héctor.” Algo similar sucedió con Félicette, ya que los gatos no tuvieron nombres propios hasta el día del viaje, para evitar que los científicos se apegaran a ellos.

Tanto a las ratas como a los gatos se les instaló quirúrgicamente electrodos en sus cerebros, una técnica utilizada para estudiar su actividad neurológica luego de los viajes. Seis meses después de su regreso, la rata Hector fue sacrificada para estudiar a fondo su cerebro y organismo.


Las imágenes de Félicette con el electrodo implantado en el cráneo, generaron desencanto entre los ciudadanos franceses, en especial entre las organizaciones y personas protectoras de animales.

Felix el gato escogido
Felix junto a sus posibles sustitutos / Foto: IBTimes Uk
Catorce gatos fueron entrenados por el Centre de Enseignement et de Récherches de Médicine Aéronautique –CERMA–, de todos ellos solo 2 pasaron las pruebas para realizar la expedición del 18 de octubre –los demás tenían sobrepeso–.

En un principio el gato escogido fue un macho denominado Felix, pero sin ninguna razón explicable, se dice que el gato huyó y no pudo ser encontrado antes del vuelo. Por ello, Félicette fue ascendida de suplente a encargada principal.

El 24 de octubre del mismo año, despegó otro gato en un cohete Véronique AGI50, pero murió a los pocos minutos por causa de una explosión.  Después de este intento fallido, las pruebas con gatos no volvieron a repetirse por parte de los franceses.

Félicette fue sacrificada luego de 2 meses de su regreso, para poder estudiar su cerebro a profundidad. En el 2017, un usuario del sitio de financiamiento colectivo Kickstarter, comenzó una campaña para recaudar fondos y crear una estatua en su honor.

Recaudó hasta 50 mil euros, donados por 1.000 personas, por lo que se ubicará en Paris una escultura en bronce de la “astrocat.

La historia de esta felina pasa desapercibida, aunque no por eso deja de ser sorprendente. Visítanos en Facebook y no olvides seguirnos

Top Post Ad

Below Post Ad

Videos