Un trabajador del zoológico
de Maryland, Estados Unidos, halló a una tortuga con distintas fracturas en el
plastrón, esa parte del caparazón que cubre el vientre.
Debido a la operación para reconstruir el plastrón, la
tortuga tenía dificultades para moverse y sanar la herida.
Para sanar, lo primordial era que el plastrón no tocara el
suelo. Fue así como a Garrett Fraess, estudiante de medicina y trabajador del
zoo, se le ocurrió una idea bastante peculiar.
Para Fraess, la
solución fue crear una silla de ruedas a partir de piezas de Lego. El
estudiante habló con un amigo aficionado al juego de construcción y, una semana
después, la tortuga ya tenía su silla de ruedas.
Los veterinarios aseguran que la tortuga dependerá de dicha
mecanismo hasta marzo del 2019 que estará recupera y puesta en libertad.