En las playas del
estado Florida, Estados Unidos, hay pilas de animales muertos impidiendo el
paso en las entradas y canales. La situación se ha vuelto tan deplorable que el
gobernador solicitó una orden de emergencia.
La mayoría de las especies marinas han sido víctimas de un
brote de algas tóxicas y que es identificada como marea roja. Ha matado
tortugas, peces, tiburones y manatíes.
Es verdad que cada año Florida y Texas tienen que luchar con
mareas rojas, pero los números de bajas que está dejando esta no tienen ningún
tipo de precedentes.
La marea roja es una floración de algas nocivas. Colonias de
algas microscópicas de crecimiento rápido que por lo general tiñen de rojo al
mar.
Al menos 100 kilómetros de playas han sucumbido al flagelo de
la marea roja por ahora, y las entidades no tienen una idea de cuándo acabará.
"Es difícil
predecir más de un par de días", dijo Michelle Kerr, una portavoz de la
Comisión de Conservación de Pesca y Vida Silvestre de la Florida.
Las plantas marinas y de agua dulce emanan toxinas que pueden
llegar a malograr y matar tanto a la vida marina, como las aves e incluso a las
personas.
La Administración Nacional Oceánica y Atmosférica avisa que
las mareas rojas también liberan toxinas en el aire pudiendo causar a veces
dificultades respiratorias, irritación ocular o asma.
El mayor problema no es a cantidad de animales con la que
está acabando, sino la imprevisibilidad del caso. Los científicos no pueden
prever donde proliferará la marea roja para que se lleguen a tomar previsiones.
Con información e
imágenes de CNN en español.