Cuando es envenado o lo hace sin saberlo es uno de los momentos más peligrosos y delicados que puedan existir, ahí se mide el nivel de fuerza y agilidad que tenemos como dueños y hacemos lo posible por salvarlo y es que los perros están expuestos a diferentes peligros, uno de ellos es el consumo de alguna sustancia prohibida que puede provocar envenenamiento. Ante una intoxicación es importante observar los síntomas para saber cómo actuar y brindarle primeros auxilios a tu perro y estabilizarlo, ya que esto podría salvarle la vida.
Para
hacerle vomitar
Agua
oxigenada
Una
cucharadita pequeña por cada 2.25 kilogramos de peso corporal y da máximo de
tres cucharaditas al perro por cada diez minutos, no repetir más de dos dosis.
Agua con
sal
una
cucharadita de agua mezclada con sal, podemos meterle la solución a través de
una jeringa en su garganta seguramente le den arcadas si no vomita a repetir
únicamente una vez más. Recuerda no intentes hacer vomitar a tu perro si se ha
tragado o crees que se ha tragado un objeto punzante.
Para diluir el tóxico o limpiar su intestino
puedes utilizar
Carbón
activado
Suministra
de 15 gramos de carbón activado por kilo de peso del animal diluido en un poco
de agua, se puede repetir la dosis cada 2 a 4 horas.
Leche o
leche y agua
con leche
sola preferiblemente sin lactosa o con leche diluida en agua al 50% podemos
darle un vaso o todo lo que el perro quiera o pueda consumir
leche y
aceite
le daremos lo mismo solo que cada tres partes
de leche le añadiremos una cucharadita de aceite de oliva, o si no tenemos de
oliva la otra opción es aceite de girasol
Pan
Darle todo
el pan que pueda comer
Té y pan
quemado
podemos
hervir una taza y media de agua y añadir cuatro bolsitas de té negro, retirar
las bolsitas, tostar pan hasta quemarlo o quemar en el fuego directamente
desmenuzar y mezclar con el té hasta hacer una masa, añadimos un poco de leche
de magnesia a la mezcla, dársela al perro muy poco a poco cada 15 minutos.
Si el perro
se ha mojado o sumergido en un producto tóxico o dañino lávalo inmediatamente
para eliminar todo el producto posible de su cuerpo antes de que pueda ser
absorbido por su piel. repetir cuantas veces sea necesario.
Enema: consiste en la introducción de líquido por vía anal para conseguir la evacuación rápida de las heces. No podemos utilizar los comercializados para personas, pero sirve de Enema de agua caliente, 5-10 ml por kg de peso. El problema es que se aplica con un catéter de goma, conectado a una jeringa, que se lubrica e introduce unos cm en el recto. No siempre tendremos los materiales en casa o seremos capaces de administrarlo.
Consejos
para prevenir o evitar que tu perro se intoxique
Mantén todos
los productos de limpieza fármacos y cosméticos en un sitio seguro donde esté
seco y alejado de fuentes de calor. Cuando pasees a tu perro tenlo vigilado y
no dejes que se meta a la boca animales muertos, o cualquier cosa que pueda
encontrar por allí.
Si vivimos
en una casa de campo o tenemos jardín, cuidado con las plantas que son
peligrosas para ellos.
Recuerda que
todos aquellos que tenemos un perro en la vivienda deberíamos tener preparado
un kit de primeros auxilios para nuestra mascota, de este modo en caso de que
se produzca cualquier accidente doméstico podremos actuar de manera provisional
hasta que lo vea el veterinario. Para curar necesitas gasas, tijeras, pinzas,
toallitas y guantes, para lavar y desinfectar las heridas, agua oxigenada y
yodo, suero fisiológico para los ojos, jabón neutro para lavar las heridas
también productos específicos para limpiar los oídos y pomadas cicatrizantes.
Nuestros
perros son animales curiosos y tienden a probarlo todo por eso hay muchas
probabilidades de que en ciertos momentos de su vida nos den algún susto tras
ingerir o comer alguna sustancia tóxica.
En caso de
que le hayamos visto hacerlo es muy importante actuar rápido, llevarle al
veterinario de urgencia, identificar en la medida de lo posible el tipo de
veneno y la cantidad aproximada que haya podido tomar y prestar atención a los
síntomas que presente para ofrecerle al especialista la máxima información
posible con el objetivo de administrarle el tratamiento que necesite.