Esta
pregunta es muy común entre los dueños de mascotas, debido a que la mayoría de
veces el problema radica en una mala comunicación o en que el proceso de
adiestramiento no se ha realizado correctamente.
Si esta
situación te está pasando con tu peludo, en este artículo además de explicarte
las posibles razones de la desobediencia, trataremos
de ayudarte dándote algunos consejos ¡No te lo pierdas!
¿Por qué tu peludo no te hace caso?
Antes de las
soluciones tienes que tomarte un tiempo
para analizar que puede estar fallando en la relación entre tú peludo y tú.
Por ejemplo, si no existe un buen vínculo afectivo entre ambos es normal que no
te preste atención, pues simplemente eres un humano más.
Tener una
mascota no es solo darle techo y comida, también hay que dedicarle tiempo de
calidad y mucho amor. Reflexiona como ha
sido hasta ahora la relación con tu peludo, quizás allí esté la falla.
Por otro
lado, te recomendamos que pienses qué lenguaje usas con él, ya que muchas veces no nos damos cuenta que lo que
decimos y lo que hacemos está en contradicción.
Esta
situación suele ser la más común entre los dueños de caninos, en especial
cuando se tiene un peludo por primera vez. Y aunque el perro quiera hacer lo que
le pides, al final estará confundido
porque las ordenes no son claras todo el tiempo.
¿Te has preparado con antelación para
adiestrarlo?
Si es la
primera vez que tienes un perro o si a
pesar de tener años con mascotas nunca te has tomado la molestia de investigar
sobre adiestramiento, no puedes
pretender que el animal te obedezca de la noche a la mañana.
Posiblemente
estás yendo muy rápido en el entrenamiento o muy despacio, incluso puede
suceder que estés premiando conductas negativas. Recuerda
que un perro piensa y se comporta muy distinto a un ser humano.
Antes de
adoptar debes tener claro qué educación
necesita y qué vas a hacer si las cosas no salen bien. La figura indicada para solucionar un problema de comportamiento canino
es un etólogo.
¿Qué hacer para mejorar el vínculo y
que el perro te obedezca?
Lo primero y
más importante es tener mucha paciencia,
ya que los resultados no se ven de forma inmediata. Cada animal es diferente y
puede que algunos aprendan más rápido que otros.
Además, la
base de la relación entre el peludo y tu está
en el cariño y respeto que le proporciones. Por ello te recomendamos:
1. Que
realices actividades divertidas con él, algo
que ambos puedan disfrutar, bien sea pasear por el parque, tomar un día de
playa o de montaña o simplemente acariciarlo y jugar mientras están en casa.
2. No lo
prives de sus libertades, se trata de un
animal, un ser vivo con una naturaleza e instinto diferente al humano.
Por lo que
aunque te molesten ciertas conductas (como que olfatee todo o que revuelque el
jardín), recuerda que forman parte de él.
3. No
utilices el castigo físico o los gritos para enseñarle cosas, está comprobado que una relación con base
en el castigo solo genera miedo y sumisión, algo completamente opuesto a la
confianza.
4. Ayúdalo
pero sin sobreprotegerlo, como ya dijimos antes, los perros tienen su propia
naturaleza y necesitan tomar sus decisiones, enfrentarse a sus propios retos y
relacionarse por sí solos con el entorno en el que habita.
5. Por
último, se consistente con las normas
para que el animal te vea como alguien coherente y estable. Por ejemplo, si
quieres evitar que tu perro te pida comida mientras comes, nunca le des migajas
mientras estás en la mesa.
Y no te
saltes la norma “a veces” porque tu perro no va a entender por qué hoy sí y
otro día no.
Las sesiones
de entrenamiento no deben sobrepasar los
15 minutos, así será divertido tanto para el peludo como para ti. Trata de
realizar los ejercicios después de haber tenido un paseo y si puedes varía los lugares donde prácticas para que
la orden quede más reforzada.
Los
problemas de comportamiento comienzan
cuando el perro es visto más como un objeto que como un ser vivo. Haz
modificaciones necesarias y verás como la relación con tu peludo será mucho
mejor.
Visita nuestras redes sociales para
más contenido, gracias por llegar hasta aquí ¡Nos vemos luego!