Gato Tonkinés: el “siamés dorado” de Canadá

Cortesía Dinoanimals
Es muy activo, juguetón y amoroso. Su origen se debe a un cruce entre el burmés y el siamés, durante los años 60. Para más detalles, ¡continua leyendo este post!

Una de sus características resaltantes es la personalidad, pues todos los criadores coinciden en que heredó lo mejor de sus antecesores, los cuales son reconocidos por tener un buen temperamento.


Está lleno de energía y jovialidad, es amable hasta con los extraños y le encanta el juego y las caricias. Con los niños y otras mascotas se la lleva muy bien, aunque a veces puede resultar molesto para aquellos animales que no son tan activos.

Siempre escoge una persona favorita
Cortesía Hogar manía

En cuanto a la relación con su familia, es una mascota bastante apegada. Normalmente escoge a una persona, de la cual no querrá desprenderse, le será fiel y buscará recibir mucho amor.

También le gusta jugar con la cola de otros animales –no importa si es gato, perro o cualquier especie–, por lo que como veras, no es un felino nada tranquilo.

Mediano, pelo corto y en tonos marrón
Cortesía Tonkinese
Este minino puede pesar 2,5 y 5 kilos y medir 28 centímetros a la cruz. Su cabeza es ligeramente redondeada aunque suele ser más alarga que ancha, las orejas son medianas, con puntas ovaladas y de base ancha. Los ojos son grandes, con tonos azules o verdes, lo cual lo hace resaltar muchísimo.

Es de tamaño mediano y el pelaje es similar al del siamés, denso, corto y en variedades marrones, aunque también se acepta dorado, beige, gris o blanco.  En el cuello suele ser más claro, y en las patas, orejas, cola y nariz tiene la tonalidad más oscura.

Originario de Canadá
Cortesía Amino
El desarrollo de esta raza surgió cuando la criadora Jane Barletta, quiso crear un gato parecido al siamés y al burmés.  Los primeros ejemplares surgieron en el 1930 en Canadá, pero los resultados dieron gatos muy parecidos al siamés con la única diferencia de tener un pelaje más anaranjado.

Por ello, los estudios continuaron y en 1960 los cruces dieron características genéticas más resaltantes y se volvió popular. Años más tarde fue reconocida en Canadá por Canadian Cat Asociation, con el estatus de gato de competición.

Para 1984 ya estaba reconocido como raza por distintas federaciones y asociaciones de gatos a nivel mundial. En ese momento se le llamó “tonkanese” y luego obtuvo el nombre actual “tonkinés”.

Salud y cuidados
Cortesía Your cat magazine
El tonkinés es considerado un gato sano pero tiene tendencia a padecer  la gingivitis o tener problemas con la anestesia. Además, debido a su descendencia del siamés, es propenso al asma,  enfermedades congénitas del corazón, hiperestesia felina o inconvenientes con el megaesófago.

Sin embargo, estas son solo tendencias y no todos los ejemplares las padecen. En cuanto a sus cuidados es indispensable darle especial atención a sus dientes para evitar la gingivitis.

De resto, necesita que le cepillen el pelo minino una vez por semana, limpiarle los ojos y orejas con una bolita de algodón o pañito húmedo y bañarlo solo cuando sea necesario, como cualquier otra raza.

Llévalo al veterinario periódicamente y mantén sus vacunas al día. El tonkinés es un compañero del que nunca te cansarás.

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