El cymric es un gato que se
caracteriza por su complexión fuerte y huesos robustos. Es un minino dulce que
carece de cola por causas naturales y aunque parezca muy grande, esconde entre
su pelaje dosis de dulzura para su familia.
Esta raza es
muy llamativa, en cuanto a su físico posee una cabeza redonda con unos hermosos
ojos que hacen el match perfecto con sus orejitas que se asemejan a un
balancín.
Un manx de pelo largo
El manx es la
raza más antigua que se conoce y está rodeada de muchas leyendas y mitos, entre
ellas la que cuenta que un gato de esta raza dormía cuando Noé llamo a los
animales al arca y que al despertar corrió para entrar y cuando cerraron la
puerta de la nave, le cortaron la cola.
La aparición
del manx se relaciona a los buques comerciales que navegaron entre Fenicia y
Japón, en donde los mininos cazaban ratones.
Un minino sin cola
El cymric no
tiene cola, de hecho no se aprecia ningún tipo de protuberancia y debido a esta
característica se le conoce como rumpies, anca en inglés.
Hay otros
que sí poseen un pequeño cabo de cola y estos reciben el nombre de stumpies. Con
el paso del tiempo esta parte del cuerpo se cubre de grasa y desaparece.
Una dulzura que ronronea
La personalidad
del cymric es dulce y despreocupada, nada de lo que suceda a su alrededor lo
estresa o altera.
Son unos
compañeros llenos de ternura para con su familia y, a diferencia de otras
especies, adoran a las personas.
Propensos al sobrepeso
Los cymric
adoran comer pero si no se les controla su alimentación pueden sufrir de
obesidad ya que gozan de un gran apetito increíble y no pueden pasar todo el
día ingiriendo lo que se encuentren.
Es
importante que aproveches que les gusta correr y jugar, esto será clave para
mantenerlos en forma y con un buen estado físico.
La forma de
moverse es muy propia de la raza, muchos disfrutan al verlos corretear por la
habitación.
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