Hoy hablaremos de una raza muy peculiar ya que físicamente goza de una
característica que la diferencia del resto, el grifón de Bruselas, un can de
origen belga cuya apariencia resulta muy atractiva e imponente a la vez
¡Conócelo con nosotros!
Antes de entrar en detalle, debemos
diferenciar al grifón de Bruselas, el grifón belga y el petit brabancon. Estas
tres razas compartes algunas similitudes en su temperamento y físico, pero son
totalmente diferentes entre sí.
Ahora bien, en cuanto a la apariencia física
del grifón de Bruselas, estos canes suelen ser de pequeño tamaño, entre 15 y 35
cm de altura. Su peso no supera los 10 kilogramos y tienen una esperanza de
vida de 14 años.
Por ser una raza pequeña es ideal para
aquellas personas que viven en apartamentos o casas pequeñas. De igual forma,
disfruta estar al aire libre así que es un perro que se adapta a cualquier
ambiente.
Un perrito ratonero
La historia del grifón de Bruselas se remonta
al siglo XIX cuando eran catalogados como “perros ratoneros”.
El grifón de Bruselas desciende del smousje y
con el correr del tiempo, fue cruzado con otras razas hasta dar con el que
conocemos actualmente.
Como suele suceder con otras razas, el brigón
de Bruselas estuvo a punto de desaparecer debido a las dos guerras mundiales.
A pesar de no ser tan popular fuera de su
país, es una raza que se ha ido conociendo con el correr del tiempo y es
exclusivamente utilizado como mascota doméstica.
Ágil y elegante
El cuerpo del brigón es robusto y compacto
sin embargo es un perro ágil y muy elegante, esta es una de sus características
más peculiares.
En cuanto a su apariencia, uno de sus rasgos
más peculiares es su cabeza grande, redonda y ancha. Su hocico es corto y chato
acompañado por una abundante melena que suele parecerse a un gran bigote.
Anteriormente, quienes tenían un brigón en
casa tendían a amputarle la cola y las orejas. Con el correr de los años, esta
tendencia fue desapareciendo.
Atractivos, valientes y alegres
Llegó la hora de conocer la personalidad de
este hermoso can. Los brigones suelen ser muy activos, atractivos, valientes y
muy alegres. Durante los pequeños meses de vida son un poco nerviosos así que
no te preocupes, es normal en ellos.
El proceso de socialización es muy importante
en estos perros, porque a pesar de ser amigables y tiernos, son desconfiados
por naturalezas y pueden responder de forma agresiva o tímida ante nuevas
personas y animales.
Los brigones se la llevan bien con todos los
miembros de la familia pero suelen escoger a una persona como guía y referencia
principal.
Es importante que durante los primeros meses
de vida los enseñes a socializar con otras mascotas y así te ahorrarás una
que otra pelea en el futuro.
La soledad es su enemiga
Los
brigones son pequeños en tamaño pero requieren de compañía en cantidades
industriales, de lo contrario la ansiedad los atacará y, bueno… puede que les
dé por morder todo a su paso.
Si eres de los que pasa tiempo en casa y en
familia entonces el brigón es ideal para ti. De lo contrario, si no cuentas con
el tiempo necesario, busca otra raza que no demande tanta atención.
Un pelaje que requiere cuidado
Entre las atenciones y cuidados que requiere
el brigón, está su pelaje el cual debe ser cepillado de tres a cuatro veces por
semana.
Cada tres o cuatro meses es importante
realizar una sesión de “stripping” que no es otra cosa que retirar el pelo
muerto de forma manual.
Otro dato importante es que ameritan sesiones
físicas elevadas, es decir que, además de los paseos diarios, requieren juegos
y ejercicios ya que son perros con una energía inagotable.
Ahora que conoces más sobre esta linda raza,
cuéntanos ¿te animarías a tener uno en
casa?
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