Aunque los hámsteres se han convertido en mascotas muy populares, muchas personas desconocen cuáles son los padecimientos que pueden aquejar a su pequeño compañero, por ello en Oxitocina Animal te presentamos los más habituales para que estés alerta
Un mínimo malestar en un
hámster puede ocasionar el desequilibrio en su organismo y perjudicar su salud
en general. Los problemas que los afectan pasan desapercibidos, puesto que al
ser animales nocturnos es más
difícil observar los cambios en él.
Lo primero que debes tener
en cuenta a la hora de adoptar un pequeño roedor, es que algunos de ellos son más vulnerables a ciertas patologías,
por ejemplo, los hámsteres enanos están
genéticamente predispuestos a padecer diabetes.
Enfermedades
frecuentes
Las alteraciones de su
entorno le causan contrariedades en su bienestar
Estos diminutos compañeros
pueden sufrir múltiples inconvenientes
en su salud, algunos de ellos son similares a los que contraemos los humanos, con la diferencia que en las mascotas conllevan a peores
consecuencias.
Cuando los hámsteres se
encuentran en su hábitat natural difícilmente se enferman, su robusto cuerpo es
resistente, sobreviven a los depredadores gracias a su gran inteligencia.
Sin embargo, pasa todo lo
contrario si son domesticados, porque están
expuestos a diversos desequilibrios derivados en las modificaciones del
ambiente y la alimentación. Por esta razón, la responsabilidad de su desarrollo
recae en los dueños.
1.
Resfriado
y bronquitis
Si no se curan adecuadamente
pueden ocasionar neumonía
Los cambios bruscos de temperatura son el factor principal para que un
roedor pueda adquirir un resfriado y posteriormente problemas de bronquitis.
Otro elemento que los promueve son las corrientes de aire.
Su frágil organismo se
deteriora cuando contrae el virus de la influenza, la letalidad es elevada. Algunos síntomas son; fiebre, estornudos,
dificultad respiratoria (silbidos al respirar), enrojecimiento del hocico,
nariz húmeda con mocos.
2.
Abscesos
Usualmente se forman cerca
de las mejillas, haciendo ver sus cachetes hinchados
Se identifican rápidamente,
pues es un bulto palpable formado debajo de la piel del animal, que en su mayoría
contiene pus a causa de una infección. Es una reacción del sistema inmunológico
que puede brotar en cualquier parte del
cuerpo, suele ser rojizo y doloroso para él.
Generalmente son ocasionados
por una herida sin desinfectar o una mordedura de otro hámster.
Una vez que se desarrolla el absceso, debes
acudir al veterinario, ya que el único tratamiento posible es la
extirpación.
3.
Ácaros
Tienen más movimiento e
inquietud en su conducta
Tanto los ácaros como los
hongos están presentes en estas pequeñas mascotas, no obstante, se activan bajo situaciones de estrés
-al que los hámsteres son sumamente sensibles-, debilidad del sistema inmune e
infecciones cutáneas o bacterianas.
Cuando estos animales no
paran de rascarse, posiblemente estén infestados de ácaros, unos parásitos microscópicos que se alojan
en su piel y producen picor.
Los signos son áreas irritadas o con calvas, formación
de eccemas o costras. El tratamiento
depende del tipo de ácaro, por lo regular basta con la desinfección del animal
y su jaula.
4.
Irritación
o infecciones oculares
Cuando los síntomas son
leves puedes aplicar solución salina tipo gotas o colirio para los ojos
Las molestias en los ojos de
los hámsteres pueden ser originadas bien sea por una irritación o una infección
ocular, promovidas en su mayoría por la
suciedad, el polvo, una astilla de madera, o una simple riña con otro
animal.
La inflamación más común es la
conjuntivitis, que incide directamente en la membrana conjuntiva del ojo. Las
lesiones oculares tienen señales
evidentes como; lagrimeo excesivo, ojos abultados que están ligeramente
cerrados, abundancia de lagañas y aumento de los ganglios.
Otras
enfermedades frecuentes son:
La infección cutánea
conocida como ‘tiña’ ataca a los hámsteres
· Cola
mojada o ileitis proliferativa, genera una gran cantidad de
diarrea.
· Diabetes, la
especie enana de Campbell es susceptible a esta patología.
· Alergias, se
le enrojece y seca la piel. Son habituales las alergias alimentarias.
En cualquier caso, lo más
recomendable es poder acudir al
profesional de la salud para que determine las causas y posterior
tratamiento de alguna enfermedad.
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