Para el vil acto, los culpables
abrieron con mucho cuidado una esquina de la bolsa donde colocaron el vidrio y
el veneno, uno de los voluntarios se percató del desperfecto en las bolsas y
evitó que una tragedia ocurriera.
La maldad
humana a veces no tiene límite, y en Nicaragua, miembros de un refugio evitaron
que ocurriera una muerte sin precedentes luego de que descubrieran que unas
donaciones de alimentos contenían en su interior vidrio molido y veneno para
ratas.
El hecho que
ocurrió en la ciudad de León, al oeste del país. Elieth Vargas quien desde hace
10 años administra el hogar para animales desamparados Hogar Milagro Sutiaba,
no ocultó su indignación y molestia al diario nicaragüense La Prensa.
“Intentaron
envenenar a mis animalitos. Eso no se hace, es mucha maldad” dijo. Ella aseguró
al medio que de no ser porque alguien se percató del desperfecto en las bolsas
de alimentos estuviera enterrado a 40 perros, 10 gatos, dos conejos y un cerdo.
Vidrio molido y veneno para ratas
Parte del vidrio Molido |
Uno de los
voluntarios del refugio revisó cada una de las bolsas y fue así como descubrió
que con mucho cuidado las personas abrieron un pequeño hueco a uno de los
costados y por allí comenzaron a agregar el vidrio molido y el veneno para
ratas.
Luego con algo caliente cerraron los empaques y los donaron.
La fundación
realizó la denuncia en sus redes sociales donde lamentaron que acciones como
estas sigan ocurriendo en este siglo. Para Vargas estas acciones se deben a “personas
que no quieren que siga trabajando por rescatar a los animales”.
Es la primera vez que esto les ocurre
Vargas
recuerda que durante 10 años han vivido de las donaciones y apoyo de personas,
y que esta es la primera vez que ocurre un acto tan lamentable como este.
La fundación
recibe donaciones de empresas privadas y personas, así como el apoyo de médicos
veterinarios y estudiantes que aprovechan para adquirir conocimientos ayudando
a los demás.
Una muestra
más de que siempre se debe estar alerta, porque la maldad acecha hasta en los
lugares que menos nos imaginamos.