Este gatito procede de Birmania,
es cariñoso y familiar, le encanta observar el mundo que los rodea y su lugar
preferido puede ser una ventana grande con amplias vistas.
Aunque la procedencia real
es de Tailandia, varias leyendas se relacionan a la historia del gato Burmés,
la más creíble es la del viaje de una pequeña gatita que viajó de Birmania
hasta los Estados Unidos junto al psicólogo Joseph Thomsonp.
Fue precisamente éste médico
quien comenzó a experimentar con cruces de gatos de diferentes razas para
conseguir fijar en los cachorros las características que más le atraían de
dichos animales. El primer cruce lo realizó con un gato siamés, y los gato que
nacieron adquirieron los rasgos de amabas razas.
Continuaron los cruces entre
la primera gata y otros gatos, incluso algunos de sus propias camadas, hasta
que el doctor consiguió dar con un animal cercano al gato Burmés tal como se
conoce hoy en día.
Características
del Burmés
-Es un gato de tamaño
mediano, con formas compactas y musculatura muy desarrolladas. . Esta raza es
uniforme tanto en lo referente al aspecto como al tacto, y tiene mucha fuerza.
Los machos tienen un peso
aproximado de 5 kilos, mientras que las hembras de 3 a 5 kilos
-Su cabeza es muy redonda
con mejillas salientes, ojos separados y bien despiertos, y por lo general, de
color dorado. Las puntas de las orejas también son redondas.
-El pelaje es corto y suave.
Puede variar en cuanto a los colores que pueden ser: marrón, azul, chocolate,
lila, rojo y crema. Normalmente la zona del pecho es mucho más clara que el
resto del cuerpo. Pese a que estos colores son aceptados, la amplia mayoría de
los burmeses son de color marrón oscuro.
-Tienen un promedio de vida
de 9 a 13 años.
Es un gato dulce, cariñoso y
muy familiar. Les encanta pasar tiempo con su familia y otras mascotas.
Los cachorros son gatos
activos y curiosos y se adaptan muy bien a los cambios.
Las hembras tienden a ser más
activas y a buscar la atención de sus dueños, mientras que los machos tienden a
descansar y dormir durante más tiempo.
Les gusta observar todo lo
que está a su alrededor. Se sienten cómodos compartiendo con otros gatos
Burmés, pero pueden no llevarse muy bien con otras razas.
Aunque son placidos, tienden
a ser muy infantiles y aman su tiempo de juegos diarios. Les gusta las caricias
y que les froten el estómago.
Es una raza fácil de educar
y de tener como animal de compañía, en ocasiones se les compara con la
personalidad de los perros, por su increíble apego ilimitado hacía su dueños.
Cuidados especiales de la raza
Alimentos de calidad y un menú balanceado hará que el felino crezca y se
mantenga saludable.
Cepillarlo al menos dos
veces por semana para eliminar el pelo muerto y así reducir el riesgo de que le
hagan bolas de pelos y que el mismo animal se los trague.
Evitar el sobrepeso con
rutinas diarias de ejercicios y juegos.
Acudir al veterinario con
frecuencia y llevar al día la cartilla de desparasitaciones y vacunas.
Una
curiosidad del Burmés…
Su maullido es muy distinto
al de otras razas, su voz suena más ronca y raspada, como si estuviera quedando
afónico de tanto hablar. Y en la época de celo su voz se tornará más aguda e
insistente.
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