A pesar de que los perros no pueden hablar, saben comunicar perfectamente su estado de ánimo, sobre todo si algo les molesta. Para no tener malos entendidos con tu mascota, debes evitar las cosas que te mencionaremos
Las molestias de los perros suelen pasar desapercibidas. Muchas
veces ellos le siguen el juego a sus dueños por cariño o para hacerlos sentir
mejor, lo cierto es que no todas las caricias ni los juegos son tan recíprocos
como podrías imaginar.
Para nadie es un secreto que
los canes se comportan como un amigo fiel. Aunque a las personas les cueste
aceptarlo, no tienen la misma visión en cuanto a demostrar afecto se trata. Un
simple abrazo o tomarlos por el rostro, pueden
ser irritantes para ellos, no les gusta para nada sentirse dominados.
¿Qué
les incomoda y por qué?
1. Las
miradas fijas, los perros tratan de esquivar el contacto
visual prolongado porque se sienten desafiados. Por lo general, son ellos los
que retiran la mirada primero, y los invade la creencia de que han dejado de ser el “alfa” de la
relación.
Creen que pierden el control
y que son sumisos
Estas miradas sostenidas
suelen ser aceptadas pocas veces, y solo
si vienen de sus dueños; pero, no deben hacerlo si no son los canes quienes
inician el acto. Cuando ellos lo hacen, es porque quieren algo que tú tienes,
una comida sabrosa, un juguete…
En caso de que sea un
extraño, no nada más desviaran la cara, pueden
gruñir o ladrar fuerte, por lo que no es aconsejable que los desconocidos
lo intenten.
2. Señales
confusas, si bien nuestros peludos son inteligentes y saben
entender las ordenes o peticiones, les obstina sumamente que no acompañes la
comunicación verbal con un lenguaje
corporal.
No les hables sin lenguaje
corporal
Las mascotas entienden mejor cuando te expresas con
señas, por ejemplo, en el momento que le pides que se sienten, comprenderán
si le añades un movimiento con los dedos
indicándole lo que deseas.
3. La
depresión extendida de los dueños, los peludos son muy
empáticos con las emociones de sus cuidadores, tratarán de reconfortarte de la
mejor forma con su compañía si te sientes triste.
La misma melancolía que te
aflige, los desanima a ellos
Si esta situación perdura
varias horas, o incluso todo el día, llegará un punto en el que el animal se
fastidie, se mostrará apático e intranquilo.
4. Las
caricias y los abrazos, no les agradan los roces en su rostro
y tampoco los abrazos, les ocasionan ansiedad. Puedes notarlo cuando tratas de tener contacto físico con tu
mascota y adoptan una pose tensa, lamen su hocico o bajan las orejas.
Perciben
una invasión a su espacio personal
El can permite esta acción,
que para él es dominante, porque realmente te aprecia, pero no significa precisamente que le guste.
5.
Que
no le permitas olfatear, puede que tengas mucha
prisa cuando le das un paseo, por ello no lo dejas olisquear a gusto. A los
animales les disgusta que no puedan extraer cómodamente la información de su
alrededor a través de su nariz.
Detestan que no los dejes
explorar con su nariz
6. Que
generes ruidos y olores fuertes, cualquier sonido agudo los
impacienta, especialmente porque les da pánico cuando están expuestos a perturbaciones
auditivas –la aspiradora, el secador de pelo, los gritos…-.
Sus excepcionales sentidos son una
bendición, y a la vez una tortura para los canes
Asimismo, hay ciertos olores
que los enfadan, tal como los productos con demasiados químicos, los de
limpieza para el hogar, y fundamentalmente los
perfumes. Antes de comprometer al can a los olores penetrantes, recuerda
que tienen un olfato más potente que el
de los humanos.
Ten en mente que las
personas tenemos costumbres, comportamientos y quehaceres que nos parecen muy
normales, y a las mascotas les resulta exasperantes.
Así que ya sabes, evita estas acciones para darle un ambiente ameno a tu fiel
compañero.
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