Viviendo bajo esclavitud: la vida de las Garzas en el Palacio Presidencial




Varios expertos nos explican las razones por las que tener animales silvestres encerrados para fines estéticos no manda un buen mensaje sobre el bienestar animal en Panamá. Ante un tema que genera mucha polémica la creación de estatuas para honrar a las aves que el poeta Miró trajo del Darién surge como una de las mejores soluciones.

Cuando este jueves la diputada Mayín Correa mostró su preocupación ante el paradero de las 4 garzas que estaban en cautiverio en el palacio presidencial y solicitó al actual mandatario regresarlas a la sede de gobierno, la polémica en las rede sociales no se hizo esperar.

Y no era para menos, las garzas son uno de los símbolos representativos centrales del Palacio Presidencial de Panamá. Su nombre se debe a ellas, y hasta el mismo Poeta Ricardo Miró trajo las primeras habitantes silvestres desde el mismo Darién en obsequio al presidente Belisario Porras en 1922.

En total se estima que 10 garzas (en su momento cumbre) habitaron la sede de gobierno, una en representación de cada provincia del país.

Sin embargo, en plena entrada a la segunda década de este milenio, muchos se preguntan si no es maltrato animal mantener a animales encerrados, en un hábitat que no es el suyo solo por fines estéticos o de pomposidad.

Oxitocina Magazine conversó con 3 expertos para saber su opinión sobre un tema que enciende y divide, y que quedó demostrado en la encuesta que realizamos en Instagram.

Leonardo Pretetl: No es necesario mantener a las garzas encerradas por vanidad y ostentación



Para el médico veterinario, máster en medicina de conservación y experto en vida silvestre, no hay razón lógica para que animales silvestres vivan en cautiverio y sin las adecuaciones necesarias.

“No es conveniente que un animal silvestre esté fuera de su hábitat. El trabajo de un zoológico o santuario es recrear en la mayor medida posible las condiciones que él tiene en su vida libre para que pueda tener un desarrollo confortable en cautiverio. Al ser una tarea complicada ¿Por qué privar al animal de su vida libre si el animal no está cumpliendo ninguna función real?” dijo.

Pretelt considera que estando en una época donde el bienestar animal es la bandera de muchas organizaciones y causas, es importante tomar otras medidas que seguirían dándole un valor histórico al edificio sin recurrir al encierro de estas hermosas aves

 “Es bueno mantener el nombre y explicar el por qué, decir que hubo garzas en el palacio, pero debido a que no es justo con ellas se decidió no tener animales vivos en el palacio porque no es su hábitat. Es lo que yo deseo y pienso y espero que las personas encargadas de salvaguardar la historia del palacio lo tengan en mente” nos dijo el experto.

Sobre un aporte real que podría hacer la nueva administración para honrar y preservar a las garzas, el experto en vida silvestres considera que la creación de una fundación que proteja los humedales, hábitat de las garzas sería primordial.

“Sería bonito que el palacio creara una fundación o grupo encargado de la protección de los humedales, hábitat de las garzas en retribución por haberlas tenido en cautiverio por tantos años. No es necesario tener las garzas encerradas por vanidad, porque eso es lo que es para mí, encerradas por vanidad y ostentación.” Sentenció.

Ileana Cotes: Mucha gente desconoce las consecuencias de un encierro para la salud de estas aves



Para esta maestra que ha trabajado los últimos 17 años cuidando y criando animales silvestres para que vuelvan a su hábitat natural, la mejor forma de sentirnos orgullosos de las garzas es viéndolas en libertad.

“Entiendo el sentimiento de algunas personas al querer ver las garzas en el Palacio Presidencial (porque desconocen las consecuencias para la salud de estas aves). Sin embargo, lo que debe de imperar es que estén en su hábitat correspondiente y que sean libres.” Aseguró.

Milagros Villalobos: Las garzas son animales silvestres, no pueden ser domesticados



La abogada y experta en temas de bienestar animal, se muestra en contra también de que vuelvan habitar las aves en el palacio.

“Las garzas son animales silvestres por ende no deben ser domesticados, me apena un poco porque estaban en cautiverio, no estaban acostumbrada a alimentarse sola y espero que estén al tanto de eso quienes las están cuidando ahora, pero estaban encerradas y con eso no podemos estar de acuerdo. Aunque son emblemáticas lamentablemente ellas deberían estar en libertad” dijo.

¿Qué acciones puede acarrear para un ave vivir en cautiverio?

Antes que nada, es importante tener en cuenta que la vida de las aves gira en torno a volar, de estar con los de su misma especie, hacer sus nidos y vivir en libertad.

Diversos estudios han demostrado que el encierro causa en estos animales un temperamento caprichoso y altas y bajas en su estado de ánimo. Puede acarrear comportamientos destructivos desde el daño de alfombras hasta cables eléctricos. Esto se debe a que no son animales domésticos como los perros o gatos.

Un tema polémico de larga data

El poeta Ricardo Miró trajo las primeras Garzas desde Darién
En 2008, en la presidencia de Martín Torrijos, el Diario La Prensa, publicaba un artículo sobre el tema. El entrevistado, el veterinario Tilso Salcedo dijo en su momento, “Ellas necesitan humedad. Las aves son los animales que más se estresan, y si no gastan energía no se desarrollan bien. Un animal en cautiverio pierde su capacidad reproductiva. Por eso las garzas de la Presidencia no se reproducen”.

Además de mostrar preocupación por la alimentación que recibían, explicando que la dieta que recibían estas aves las lleva a mantener un comportamiento agresivo en muchas ocasiones.

La opinión de nuestros seguidores

Estatuas de Garzas, México / Mario Valenzuela

Aunque algunos se mostraron a favor asegurando que eran parte de nuestra cultura, historia e identidad, muchos fueron los que rechazaron el encierro de estas aves en el palacio presidencial.

La idea que más cobra fuerza es la de crear estatuas en su honor, manteniendo su nombre y haciendo homenaje al símbolo central del edificio ejecutivo.

El que las aves vivas no estén dentro del palacio, esto no significa que la identidad se pierda. Y así como algunos explicaban que la Casa Blanca de Estados Unidos, está pintada de blanco, al igual que la Casa Rosada de Argentina, es también importante señalar que el palacio presidencial de Bolivia se llama Quemado, y por supuesto, no lo está, o el caso de Chile, donde el palacio de La Moneda es la sede del presidente, y las paredes no están llenas de dinero.

Lo importante es unir tradición y cultura con bienestar animal. Podemos demostrar que somos mucho más, y haciendo un homenaje inmenso a aquellas aves blancas que el poeta Miró trajo desde la mítica Darién para que desfilaran por el palacio presidencial, eso sí, sin esclavizarlas.

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