La asociación animalista Proyecto Gran Simio presentó una denuncia contra
el zoo Aquarium, debido a las supuestas lesiones oculares que poseen los 9 cetáceos
en cautiverio, además 2 de ellos presentan ulceras en la piel
La acusación fue presentada ante el Servicio de Protección de
la Naturaleza de la Guardia Civil –Seprona– por Pedro Pozas, director ejecutivo
de Proyecto Gran Simio, quien entregó
fotos, videos y un informe escrito por el veterinario Agustín González –con
15 años de experiencia con animales marinos–.
En el informe se expone que estos animales poseen lesiones en
sus ojos, probablemente causadas por el contacto constante con el cloro. Además
2 de ellos –conocidos como Lala y Guarina–
tiene lesiones dermatológicas que van desde la cabeza hasta la aleta caudal y
poseen distintas etapas de evolución, desde inflamación hasta una ulcera con
profundidad.
Por su parte, María José Luis Cerezo, responsable de prensa
del zoo Aquarium, manifiesta que la denuncia es falsa y que el equipo legal
está estudiando la posibilidad de denunciar dichas “acusaciones sin fundamento”.
En cuanto a Lala y Guarina afirma que poseen un herpes en la
piel que podrían tenerlo aun estando en libertad. Por último, añade que: “Nosotros
no ocultamos a los animales que son menos bellos. Están controlados
veterinariamente y les viene bien sentirse parte del grupo”
El veterinario González afirma para el diario El País que los delfines pueden entrar en depresión por
estar encerrados tanto tiempo, ya que en libertad suelen hacer mucho
ejercicio y nadar 100 kilómetros aproximadamente. Su estadía en piscinas hace
que naden y defequen en el mismo espacio, además de que los ruidos agudos que hacen chocan con las paredes y
pueden “volverlos locos”
Operación
404
El interés por el estado de estos ejemplares comenzó cuando
la asociación Proyecto Gran Simio descubrió la investigación realizada por la organización
internacional Sea Shepherd Conservation Society, sobre las condiciones en las
que viven los delfines en cautiverio. Dicho estudio se denomina Operación 404 y ha analizado los
delfinarios de muchos lugares del mundo, entre ellos, el zoo Aquarium de
Madrid.
Este conflicto trae a la mesa la disputa que existe sobre si es conveniente o no criar especies marinas
en lugares reducidos como piscinas o jaulas acuáticas, cuando su vida
natural es en el mar, para los defensores de animales esto es injusticia y
maltrato animal, para los acuarios esta práctica no solo es entretenimiento
para las personas sino también se trata de conservación e investigación de las
especies.
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